El cruel asesinato del piloto de las Fuerzas aéreas jordanas de manos de los yihadistas, muestra la peor cara de este grupo terrorista.
Jordania lleva mucho tiempo siendo un país moderado en sus planteamientos, un país que según las propias palabras del rey Abdula, se ha dado cuenta que este grupo terrorista “no solo lucha contra nosotros, sino también contra el Islam y sus nobles valores”.
Estado Islámico, según las autoridades jordanas, asesinó al piloto el pasado 3 de enero, es decir un mes antes de darlo a conocer. A lo largo de estas semanas han jugado con las ilusiones de los que pensaban que podría regresar a Jordania con vida, especialmente con los miembros de su familia.
Los países árabes deben darse cuenta de que tienen al enemigo dentro. Flaco favor se hacen así mismos si, como ha sucedido en otras ocasiones, sus palabras, sus acciones se quedan en una mera política de buenas intenciones, mientras dejan hacer al mundo musulmán radical.