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“Recetas” de la OCDE para la economía española

“Recetas” de la OCDE para la economía española
El secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría (i), y el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos (d), durante la presentación del informe bienal sobre la economía española.
El secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría (i), y el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos (d), durante la presentación del informe bienal sobre la economía española.

Recomienda reducir las contribuciones empresariales a la Seguridad Social eliminar la deducción por vivienda y subir el IBI

Mejora sus previsiones de crecimiento económico en España en dos décimas en 2014, y en una para 2015.

La OCDE recomienda a España avanzar en la ampliación de las bases impositivas, incluyendo la completa eliminación de la deducción por compra de vivienda y aumentando la lucha contra el fraude fiscal. El organismo también pide revisar el régimen de las SICAV redistribuir la carga de los impuestos desde el trabajo hacia la imposición indirecta (bajar las cotizaciones empresariales y subir los medioambientales y el IBI) con el fin de impulsar la creación de empleo.

«Ampliar la base impositiva del impuesto sobre la Renta haría que este tributo fuera en muchos casos más equitativo y reduciría su efecto distorsionador», señala la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico en un informe sobre España, donde sugiere que la reciente reforma fiscal del Gobierno solo recoge parcialmente sus recomendaciones, al centrarse en los impuestos sobre la renta y sociedades.

«Se podría hacer más para dar prioridad al empleo y mantener una distribución justa de la carga impositiva», sostiene la OCDE, que considera que actualmente la recaudación tributaria depende en gran medida de los impuestos sobre el trabajo, que son menos favorables al crecimiento y al empleo que los impuestos indirectos.

La tarifa plana es regresiva e implica un impuesto mayor para los trabajadores con baja retribución

En este sentido, la institución recuerda que el pasado mes de marzo el Gobierno introdujo una rebaja en las contribuciones empresariales a la Seguridad Social por medio de una tarifa plana de 100 euros al mes durante dos años para todos los contratos indefinidos que se firmen hasta el cierre del año.

«Si bien el impuesto se ha reducido de forma general, la tarifa plana es regresiva e implica un impuesto mayor para los trabajadores con baja retribución», puntualiza la organización, que también señala que «no puede esperarse que medidas de índole temporal vayan a estimular plenamente la contratación a largo plazo o los planes de inversión».

Bajar las contribuciones empresariales y subir impuestos indirectos

De este modo, la OCDE considera que el núcleo de una futura reforma tributaria debería contemplar una reducción permanente en las contribuciones empresariales a la Seguridad Social centrada en aquellos trabajadores con menor retribución, grupo en el que la necesidad de estimular la oferta de empleo es más acuciante y presenta la mayor elasticidad de la demanda con respecto al salario.

Para compensar los menores ingresos, la OCDE sugiere aumentar los impuestos medioambientales y sobre bienes inmuebles. «Ninguno de ellos es especialmente elevado en España y los impuestos sobre la energía son relativamente bajos (…) Estos impuestos lastran menos el crecimiento y, en el caso de los medioambientales, pueden elevar el bienestar», añaden.

En cuanto al impuesto sobre el valor añadido (IVA), la organización con sede en París señala que, a pesar de que la base del tributo ya se amplió en 2012, sigue siendo «una de las más limitadas de las economías de la OCDE».

La OCDE recomienda a España que extienda el tipo general de IVA eliminando los tipos reducidos, salvo para bienes de primera necesidad como los alimentos, lo que propone compensar con una rebaja de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social para los trabajadores con menor retribución.

Eliminar exenciones y limitar deduciones

Además de subir impuestos, la OCDE aboga por reducir las exenciones en el IVA, el impuesto sobre Sociedades y el impuesto sobre la Renta. La OCDE reconoce que la propuesta de reforma fiscal del Gobierno incluye diversas medidas orientadas a eso, a ampliar su base impositiva, eliminando las exenciones por dividendos y limitando las exenciones por indemnización por despido.

También destaca la limitación de las deducciones por aportaciones a planes de pensiones personales y la creación de otros planes de ahorro a largo plazo. Y la equiparación del tratamiento de las plusvalías, el rendimiento de los depósitos y otras rentas del capital.

La OCDE pide que se elimine la deducción por compra de vivienda a todos los contribuyentes

No obstante, la institución advierte de que «el Gobierno debería controlar estrictamente estos incentivos, dado que suelen beneficiar a los hogares con rentas más altas y en cualquier caso podrían traducirse en una mera sustitución de un instrumento por otro, en lugar de incrementar el volumen total de ahorro».

Por otro lado, considera necesario eliminar la deducción fiscal por compra de vivienda, que podría suponer un coste para las arcas públicas de 1.800 millones de euros en 2014.

Junto con todo ello, reclama ampliar la base impositiva del impuesto de sociedades, reduciendo también aquí las deducciones y estableciendo un tipo único más bajo para todas las empresas, eliminando así los regímenes especiales para las pymes.

Por otra parte, la institución pide que el Gobierno, junto con otros países de la UE, revise el tratamiento de los instrumentos de inversión colectiva, concretamente el que reciben las sociedades de inversión de capital variable (SICAV), las cuales tributan por el impuesto sobre sociedades a un tipo de tan solo el 1%, así como reforzar los controles para garantizar que este instrumento no se utilice para eludir el pago de impuestos.

En este sentido, la OCDE subraya que combatir el fraude fiscal resulta un modo eficaz de ampliar las bases impositivas y mejorar la aceptación y el cumplimiento del sistema por parte de la ciudadanía, así como la confianza en él.

Redoblar los esfuerzos en políticas activas de empleo

La OCDE considera que los cambios en España para activar la búsqueda de empleo van «en la dirección correcta», aunque su implantación en las autonomías es lenta debido al «enfoque pasivo» de los Servicios Públicos de Empleo, que han de mejorar en eficiencia para evitar que el elevado paro se enquiste.

El informe también resalta que las políticas activas del mercado de trabajo solo son efectivas, a su juicio, cuando se basan en la obligación mutua: los desempleados reciben una prestación y a cambio deben participar activamente en la búsqueda de empleo.

El documento también recalca que el elevado desempleo no solo es el resultado de la falta de puestos de trabajo, sino también de «diversos problemas estructurales» entre los que sitúa, además de unas políticas activas de empleo poco eficientes, la insuficiente flexibilidad de los salarios y la elevada protección por despido de los contratos indefinidos frente a sus homólogos temporales.

Además, el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, ha dicho que España gasta solo el 0,9% del PIB en políticas activas de empleo, mientras que los países de la OCDE invierten 1,5 veces más, un «déficit histórico». Por eso ha insistido en redoblar los esfuerzos en políticas activas y ajustar el sistema educativo a las necesidades laborales.

El déficit de tarifa del sistema eléctrico

Además, la OCDE considera que el regulador debería aplicar modelos de costes «transparentes» a la hora de fijar los precios regulados en el sistema eléctrico y que debe cumplirse «escrupulosamente» la reforma del sector.

La organización internacional achaca a las «previsiones incorrectas» de la demanda y a la «elevada» inversión en energías renovables, que «recibían el apoyo más elevado en toda Europa», el aumento de los costes desde mediados de la pasada década en el déficit de tarifa eléctrico, que ha dado lugar a «pasivos significativos».

Por ello, para que la reforma eléctrica resulte «efectiva», la norma «cero gastos nuevos sin un aumento equivalente de los ingresos» debe respetarse «escrupulosamente», señala la OCDE, que aboga por políticas en el ámbito eléctrico diseñada «cuidadosamente» para aumentar «al máximo» su efectividad y reducir «al mínimos» los costes, incluidos los fiscales.

Sobre la banca, la OCDE cree que «los bancos españoles se encuentran bien posicionados de cara al análisis de la calidad de los activos que llevará a cabo el BCE y a las posteriores pruebas de resistencia». Sin embargo, advierte de que la dependencia de los bancos con respecto a la financiación del banco central sigue siendo elevada y sus balances cuentan con un importante volumen de deuda pública.

Mejora sus previsiones en dos décimas en 2014, y en una para 2015

La OCDE ha mejorado sus previsiones para España y augura un crecimiento del 1,2 % del PIB este año y del 1,6 % el que viene, aunque advierte de que la situación económica «sigue siendo frágil» por el elevado endeudamiento público y el desempleo.

Por esas razones, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) pide al país que adopte medidas adicionales para impulsar el crecimiento en su informe bienal relativo a España, que presentó hoy en Madrid el secretario general de dicho organismo internacional, el mexicano José Ángel Gurría, acompañado por el ministro español de Economía, Luis de Guindos.

En su informe bienal, la OCDE indica que la recuperación económica se acelerará «paulatinamente» en España durante los próximos dos años, empujada por una creciente contribución de la demanda interna.

«La mejora del mercado laboral y el aumento de la confianza favorecerán el consumo privado, mientras que la mejora de las perspectivas económicas y la fortaleza de las exportaciones deberían impulsar la inversión», según el informe.

La OCDE estima que el consumo privado crecerá el 2,1 % y el 1,8 %, respectivamente, en estos dos próximos años, frente al 1 % que preveía anteriormente para ambos ejercicios, a la vez que critica que el coste de financiación siga siendo elevado.

El organismo valora las reformas económicas acometidas por el Gobierno de Mariano Rajoy y considera que «pueden impulsar la actividad más de lo esperado», pero alerta de que la consolidación fiscal, el endeudamiento del sector privado y las restricciones de financiación seguirán frenando la actividad.

Al respecto, los objetivos de déficit público correspondientes a todas las administraciones públicas los mantiene en el 5,5 % del PIB para 2014 y en el 4,5 % del PIB para 2015, en este último caso tres décimas por encima del objetivo comprometido por el Ejecutivo.

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