El PSOE no quería ver de nuevo este caso durante su campaña para las elecciones europeas. Cruzaba los dedos para que la vista del recurso sobre el caso Faisán quedara fijada para después del 25 de mayo. Pero el Tribunal Supremo ha hablado y ha decidido que sea el día 13 de este mes, en plena campaña electoral.
El alto Tribunal revisará la sentencia del chivatazo policial a ETA perpetrado por dos mandos en mayo de 2006, cuando el Ejecutivo de Zapatero y Rubalcaba estaba negociando con la dirección de ETA. El Supremo deberá decidir si, como apuntan las acusaciones, se produjo un delito de colaboración con banda armada. La preocupación de Rubalcaba, que en el momento en que se produjo el chivatazo policial ocupaba la cartera de ministro del Interior, es enorme.
Ya durante las últimas semanas, él y su entorno habían realizado sondeos entre representantes afines del mundo judicial para conocer su opinión sobre por dónde podían apuntar las decisiones del Supremo.
Conviene no olvidar que entre las acusaciones, además de las asociaciones de víctimas, está el Partido Popular, que, pese mantener un tono discreto durante el juicio oral, sí recurrió la sentencia al entender que se trató de un episodio de colaboración con ETA. Quien si tiró de las riendas con fuerza y solvencia, con ganas de conocer toda la verdad, fue la asociación Dignidad y Justicia, liderada por Daniel Portero.
La sala del Supremo que el día 13 de mayo estudiará los recursos presentados contra la sentencia está compuesta por los magistrados Andrés Martínez Arrieta, Miguel Colmenero Menéndez, Alberto Jorge Barreiro y Francisco Monterde Ferrer, éste último presidirá la sala.