El escudo de Azagra se compone de: sobre fondo azul, castillo de oro sobre una roca, con la inscripción ACAGRA. Bordeado todo ello con las cadenas del reino.
Azagra es la única población navarra que tiene un nombre inequívocamente de origen árabe. El topónimo deriva de la palabra árabe al sajra, que significa ‘la peña’. La localidad se ubica al pie de un cerro rocoso conocido como la Peña, donde hubo cuevas fortificadas y un castillo.
AZAGRA | |||
Categoría |
Villa
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Superficie en km2 |
33
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Distancia a Pamplona |
77
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Altitud |
292
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Habitantes |
3081
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Situación
Limita al norte con el municipio de San Adrián, al este con el de Peralta y Funes y al sur y oeste con el de Calahorra (Rioja).
El Ebro sirve de frontera al municipio por el O y S; describe meandros y forma una baja y amplia llanura aluvial, que sirve de asiento al regadío.
Historia
En su término se han recuperado diversos restos arqueológicos pertenecientes a época romana.
Después de tres siglos de dominación musulmana, la reconquista cristiana del lugar pudo producirse a comienzos del siglo XI, cuando el rey Sancho Garcés III el Mayor consolidó el tramo de frontera próximo a Funes. Bajo García el de Nájera y Sancho el de Peñalén fue centro de uno de los distritos o «tenencias» del reino. Su prolongada función de atalaya limítrofe debió de propiciar el ascenso de una familia de caballeros que, arraigada en la villa, iba a tomar su nombre y que en el siglo XII prestaría destacados servicios a los monarcas de Navarra, Castilla y Aragón; en audaz empresa personal conquistaron además y rigieron el señorío de Albarracín.
A finales del siglo XIII, (1280) sus pobladores estaban sometidos al régimen señorial. Habían adquirido heredades en el término el monasterio de San Millán de la Cogolla, el de Irache y luego los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén.Por cuenta de Juan II, Pierres de Peralta se apoderó de la villa (1467); y su viuda, Isabel de Foix, la dejó en herencia (1504) a su prima la reina CatalinaDurante toda la Edad Moderna fue villa sometida a régimen señorial, ejercido al comenzar el XIX por el marqués de Falces, quien por eso designaba el alcalde ordinario, aunque a propuesta del pueblo.
En 1856 y 1874 hubo desprendimientos de La Peña -peñasco en el que se acoda Azagra- que produjeron daños humanos y materiales y como amenazaba repetirse se indujo a la Diputación de Navarra a derribar toda la mole rocosa incluido el castillo.