Presidente de ATME, Marco Antonio Gómez Martín, en la XIII Asamblea,
ATME cierra un año récord en su XIII Asamblea General, marcando distancia con el funcionamiento del COPERFAS y exigiendo soluciones a la crisis retributiva, la temporalidad y la acuciante falta de alojamiento logístico
La Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) celebró su XIII Asamblea General en Valencia, un encuentro que sirvió para confirmar el «espectacular» crecimiento de la organización en 2025 y para consolidar su firme postura ante los problemas estructurales que afectan a los militares de la escala de Tropa y Marinería.
El presidente de ATME inició su discurso con un sentido homenaje a las víctimas de la DANA de 2024 y a los compañeros militares que participaron en las labores de auxilio en la Comunidad Valenciana.
El máximo representante de la Asociación destacó que 2025 ha sido un año de balance «espectacular» en el aumento de nuevos socios. Este crecimiento afianza a ATME como el «referente a nivel nacional» y la principal fuente de información para medios de comunicación y partidos políticos. Subrayó que esta credibilidad se ha ganado con trabajo y seriedad, mencionando la capacidad de la asociación para lograr rectificaciones en medios de gran tirada que habían publicado datos erróneos sobre las condiciones retributivas de los militares.
El líder de ATME insistió en que la lucha de la asociación se centra en dos problemas capitales: la mejora de las retribuciones y la eliminación definitiva de la temporalidad en el modelo de carrera militar. Aseguró que ATME es la única entidad que realiza una defensa «directa y dura» de estas reivindicaciones esenciales para la dignidad y estabilidad del personal.
En cuanto al problema de la vivienda, el presidente denunció que la escasez de plazas en alojamientos y residencias logísticas se ha convertido en un problema cada vez más acuciante para el personal. Criticó abiertamente la estrategia del Ministerio de Defensa de concentrar unidades y, a la vez, vender o ceder antiguos acuartelamientos (como el de General Arteaga en Madrid) sin invertir lo suficiente para construir nuevas infraestructuras que compensen el déficit de plazas.
Una de las posturas más destacadas fue la relativa al Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas (COPERFAS). El presidente reiteró que ATME, por mandato de su Asamblea, lleva cerca de cinco años sin acudir a los plenos ordinarios, al considerar este órgano como una «cortina de humo» y un mecanismo de «blanqueamiento» del Ministerio de Defensa. Criticó duramente la falta de asistencia de la Ministra y el funcionamiento ineficaz del Consejo, que, según ATME, no ha logrado ningún tipo de avance sustancial en los temas capitales que afectan a los militares.
Para concluir, el presidente hizo un firme llamamiento a toda la tropa y marinería: «Los militares debemos perder el miedo a movilizarnos y adquirir la convicción de que nadie más luchará por nuestros derechos«. Aseguró que ATME es la única asociación que se ha manifestado «ininterrumpidamente en la calle durante siete años» y garantizó que la asociación seguirá trabajando para que sus reivindicaciones sean incluidas por los grupos políticos y por el ministerio de Defensa en sus agendas.
