La Iglesia celebra hoy 16 de noviembre la fiesta de tres Santas, Santa Margarita de Escocia, Santa Gertrudis virgen benedictina y Santa Inés de Asís
Santa Margarita de Escocia fue una mujer morigerada y caritativa, apoya a su marido, el rey Malcolm III, en el gobierno del reino y en la reforma de la Iglesia escocesa. Nació en 1045 en Mecseknádasd, Hungría, donde su padre Eduardo, heredero del trono de Edmund II de Inglaterra, había sido exiliado después de que el rey de Dinamarca Canuto tomara posesión del reino. Margarita muere en 1093 en el castillo de Edimburgo. Fue canonizada en 1250 por el Papa Inocencio IV. La más antigua iglesia dedicada a ella es la Capilla de Santa Margarita en el Castillo de Edimburgo.
Tras la muerte de su padre, se refugia en Escocia, en la corte de Malcolm III, viudo y padre de un hijo, se enamora de la bella e inteligente Margarita, educada a los buenos modales y a la fe católica. Pide su mano y en 1070, con 24 años de edad Margarita es la Reina de Escocia.
Con Margarita los cultos de las Iglesias locales se uniforman y se vuelven más conformes con los de la Iglesia de Roma. Los monjes benedictinos fundan monasterios en Escocia, recuperan el esplendor antiguas abadías y se construyen refugios para los peregrinos.
Débil de salud, en 1093 Margarita cae enferma, mientras su marido y su hijo mayor tienen que tomar las armas contra Guillermo el Rojo que invade Escocia. Ambos mueren el 13 de noviembre en la batalla de Alnwick.
Santa Gertrudis nació en 1256 en Eisleben, Alemania, y creció en el monasterio cisterciense femenino de Helfta, Sajonia. A la edad de 26 años, tuvo una visión de Jesús y decidió consagrarle su vida. Las experiencias místicas y las pruebas físicas no la abandonarán hasta su muerte en 1302. Fue canonizada en 1738.
Santa Inés de Asís, nació en 1197 en Asís, Italia, muere en el mismo lugar en 125e. Era hermana menos de Santa Clara, Siguiendo su ejemplo, Inés amó a Jesús y a los pobres y entró al convento de San Damián, donde vivió con mucho amor y fidelidad la Regla Franciscana, como lo recomendaba Clara. Fundó el segundo convento de las Clarisas en Florencia en 1219.