El Sanchismo. “¿Será un pájaro, será un avión? No…”. Esta frase utilizada en el primer número de Superman, allá por el 1938, de la mano de sus creadores Jerry Sigel y Joe Shuster, resulta tener, a día de hoy, una vigencia asombrosa.
Este ente definido por el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como “un monstruo de siete cabezas inventado por algunos”, resultado de la “combinación de tres cosas: mentiras, maldades y manipulaciones”, parece servir de Macguffin tanto a unos como a otros.
La cercanía del 23J hace que todos los medios de comunicación se transformen en un ruedo por el que irán pasando, y ya pasan, todos los dirigentes políticos que optan a la Moncloa. Las narrativas en cuanto a las elecciones echan a andar, y vuelven a bombardearnos con historias que ya han sido contadas. Si en otras ocasiones pudimos ver como las narrativas clásicas se presentaban atractivas al público, véase como Ayuso se vestía de Antígona y Pedro Sánchez con los pasos del camino del héroe de Josep Campbell, esos disfraces de mil caras retornan, con nuevas formas, su velo.
El Sanchismo, así, es utilizado por parte de la derecha como la película nominada al Óscar en 2004 por su banda sonora, “El Bosque”. Este film dirigido por M. Night Shyamalan y protagonizada por Joaquin Phoenix y Bryce Dallas Howard, entre otros, recrea la vida de una pequeña población rural de Pennsylvania, donde sus vecinos viven atemorizados por culpa de unos extraños seres que habitan en los bosques circundantes. Esta película donde sólo se salvarán si cumplen escrupulosamente ciertas reglas regidas por los intereses de unos pocos, son las máximas que los adversarios políticos del actual presidente toman en sus narrativas, como un monstruo creado por ellos mismos para poder redirigir la orientación de voto. Lo que no saben, es que al final los propios vecinos descubren el pastel.
Por otro lado, la izquierda en general y Pedro Sánchez en particular por alusiones directas, en un plot twist que lo podría haber firmado el mismísimo Brian De Palma, el Presidente del Gobierno sale en los medios como un David contra Goliat, siendo el mismo el Dr. Jekyll y Mr. Hyde, que acaba con un monstruo que atenta contra el peligro de la democracia. Una historia donde un pastor acaba con un gigante que viene a destrozar la ciudad. Pedro Sánchez lima las aristas de sus adversarios políticos hasta crear una pelota con la que jugar. David y Goliat, él contra él mismo, la lucha contra un ente abstracto.
¿Cuál ganará? Las narrativas clásicas funcionan. Han llegado hasta nuestros días con versiones y revisitaciones de mitos y leyendas que ayudan a la ciudadanía con sus temas más personales. Pero bueno. El Sanchismo, ¿qué es?“¿Será un pájaro, será un avión?”. No lo sé, pero parece que a todo el mundo le vale.
Alex Tiraplegui Garjón, Graduado en Comunicación Audiovisual