Cada vez falta menos para el 12 de diciembre. Ese día el voto de sólo 538 ciudadanos llamados «los electores» del Colegio Electoral votarán por uno de los candidatos y dirán quienes es definitivamente el próximo presidente de Estados Unidos.
Por lo visto, el candidato demócrata, Joe Biden, tiene, a día de hoy, y a tenor de las proyecciones de sus votos electorales contaría con una mayoría suficiente. Un candidato necesita 270 votos electorales para convertirse en presidente, un número que Biden alcanzó el sábado.
El presidente Trump ha apelado a los estadounidenses para que no se dejen engañar. Trump y su equipo denuncian el fraude electoral cometido en el proceso de elección. Miles de votos demócratas, según sus informaciones, se habrían contado de más para el candidato demócrata.
En la mayoría de casos, para cuestionar los resultados e ir a la Corte Suprema, hay tener alegaciones de que hubo fraude o que no se han contado correctamente los votos.
Si consigue demostrarlo, continuará en el poder otros cuatro años. El tiempo pasa y cada vez queda menos.
Aquí en España esto no es nuevo. Basta recordar las elecciones municipales de abril de 1931 que desencadenaron la salida del Rey y la proclamación de la Segunda República, cuyos verdaderos resultados siguen siendo una incógnita 85 años después.
¿Conseguirá demostrar Trump el fraude? Difícil está.