El programa Skolae, ese que el gobierno de Navarra está implantando hasta anteayer mismo en más de 26 colegios, aparte de los que ya lo tenían incorporado, ha sufrido un duro golpe.
Durante algún tiempo debe quedar paralizado por sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) que considera que su implantación y desarrollo fue errónea al no cumplirse los pasos y requisitos correctos. En suma, un defecto de forma.
Un respiro para esos padres que no quieren que nadie adoctrine a sus hijos con contenidos no adecuados desde su punto de vista. Y un varapalo para aquellos que quieren «lavar el cerebro» desde su más tierna infancia a las personas.
Ante el anuncio del vicepresidente Remírez de que el Gobierno sigue comprometido con el programa y estudiará su recurso, el Ejecutivo navarro debería reflexionar y no tratar de imponer lo que produce rechazo y nadie se ha planteado.
¿Recuerdan aquello ¡Ante la imposición, insumisión!?