La cacicada que el nacionalismo vasco de Bildu y Geroa Bai, con el auxilio de Podemos e IU, llevaron a cabo hace cuatro en el Ayuntamiento de Pamplona les ha sido revocada.
Y es que, sin nadie quererlo, todos estos partidos fraguaron la desaparición del español como lengua vehicular en las Escuelas Infantiles municipales pamplonesas.
Sin consultar con nadie hicieron desaparecer plazas en español para sustituirlas por otras en «euskera» e hicieron, también, desaparecer plazas en inglés por otras en «euskera». Con las familias en contra.
Y lo peor no fue eso solamente, sino que obligaron a muchos padres a perder su plaza en dichas escuelas al modificar, sin el aviso pertinente, las características de dichas escuelas. Un atentado contra la libre elección de centro educativo.
Se deberían asumir las oportunas responsabilidades políticas. Muchos de los concejales que hoy siguen en el Ayuntamiento pamplonés tendrían que haber dimitido ya.
Pero no ocurrirá, no.
La realidad en Navarra es que sólo habla euskera un 7% (estudio hecho por una empresa vasca). Y eso se reduce a unas zonas. No puede ser mérito en unas oposiciones saber un idioma que no se va a utilizar. Como si saben chino.