Los cazadores piden que se les permita «practicar en paz y libertad» una actividad que «contribuye a equilibrar el medio ambiente y la biodiversidad»
Una multitudinaria manifestación, en la que han tomado parte miles de personas, muchas de ellas desplazadas en autobuses desde otros territorios, ha reclamado este domingo en San Sebastián a las administraciones que «abandonen su actitud de dejadez e inacción» hacia la práctica cinegética.
Según los organizadores, la marcha, convocada por la Federación Guipuzcoana de Caza y secundada por una quincena de organizaciones de caza, pesca y tiro del País Vasco y Navarra, habría alcanzado los 15.000 participantes, superando la cifra de 10.000 personas que tomaron parte en la manifestación celebrada el año pasado.
La protesta ha partido pasado el mediodía del túnel del barrio donostiarra del Antiguo, encabezada por una gran pancarta con el lema: «Euskadin Ehiza bai» (Sí a la caza en Euskadi) junto a una ikurriña, y ha recorrido todo el Paseo de la Concha y varias calles céntricas de la capital guipuzcoana.
Durante el trayecto, que ha transcurrido en un ambiente festivo, los manifestantes, muchos de los cuales portaban ikurriñas, pancartas y carteles con frases de apoyo a la caza, han coreado lemas en los que exigían «respeto» a la práctica cinegética.
La marcha ha concluido en la plaza de Gipúzcua, frente al palacio de la Diputación foral, donde ha tomado la palabra el presidente de la Federación Guipuzcoana de Caza, José Ángel Zaldua, quien ha mantenido que este deporte «favorece la conservación del medio natural».
«El problema de esta práctica es que los sectores ultraecologistas y animalistas, desde su visión totalmente equivocada del ecologismo, empujan y presionan a los partidos políticos a ponerse una falsa chaqueta verde», ha dicho Zaldua, quien ha lamentado que se piense que «prohibiendo la caza se solucionan los problemas medioambientales, calmando así las conciencias».
Ha criticado también que se pretenda «excluir» a los cazadores, al tiempo que ha recordado a los dirigentes políticos que ellos son los «responsables de garantizar la convivencia» en los montes, donde, según ha dicho, caben «todos». «Es su obligación compatibilizar los usos y eso no se hace prohibiendo», ha denunciado.
«Exigimos respeto a una actividad que es legal y amparo y reacción frente a los delitos que comenten contra nuestro colectivo los ultraecologistas y animalistas. Queremos practicar en paz y libertad nuestra afición y contribuir con ella a equilibrar el medio ambiente y la biodiversidad», ha sentenciado.
Junto a las organizaciones convocantes, han tomado parte en esta manifestación representantes de las 110 sociedades y 69 cuadrillas de caza mayor de Gipúzcua.
En el conjunto de Euskadi cerca de 50.000 personas son aficionadas y existen 380 asociaciones y clubes deportivos relacionados con la práctica cinegética que genera en la comunidad una actividad económica estimada en unos 300 millones de euros, según datos de la Federación Guipuzcoana.
Se da la circunstancia de que los cazadores guipuzcoanos llevan más de dos meses de protestas, durante los que mantienen una huelga en la que, por primera vez en España, han renunciado a la práctica de la caza mayor, lo que ha supuesto que medio millar de jabalíes haya quedado sin abatir, con los consiguientes problemas que la «superpoblación» de estos animales está creando en el territorio.
Las principales reivindicaciones de este colectivo ante la Diputación de Gipuzkoa se refieren a la prohibición de la caza en el monte Ulia, entre los municipios de San Sebastián y Pasaia, «a pesar de una sentencia del Tribunal Supremo que considera fuera de la legalidad dicha decisión».
Asimismo, los cazadores guipuzcoanos reclaman, entre otras pretensiones, la firma de un nuevo convenio de caza mayor, tras cuatro años, en los que este colectivo ha criticado la «dejadez» de la Diputación, con «consecuencias negativas» para esta actividad que, de esa manera, «se encuentra en un limbo». NAVARRA INFORMACIÓN/EFE