¿Sirve de/para algo el Senado?
Esa es la pregunta que se hacen los españoles tras conocer que los principales partidos de este país, PP y PSOE, acaban de enviar, a todos los que no quieren, a las listas de la que, en ocasiones, ha sido llamada la Cámara de representación territorial.
Se dice Cámara de representación de provincias y comunidades autónomas, pero apenas se dirimen leyes, normativas que tengan que ver con dichos territorios.
Eso sí, las discusiones del Congreso, pasan al Senado y después otra vez al Congreso, con lo que la función del Senado es, muchas veces, consultiva.
El Senado, por ello, recibe a los purgados por sus partidos, o a los que hay que darles un retiro dorado. En suma, para nada o para bien poco, sea el caso, para gastar en suculentos sueldos que cobran sus señores senadores. Un desastre para el que los políticos no encuentran, dicen, solución.