Alimentos 'halal'.
Las empresas halal facturan en España unos 4.000 millones de euros al año, mientras que en otros países europeos, como Francia, llegan a unos 11.000 millones, lo que muestra la «potencialidad» que esta industria tiene en nuestro país, según Isabel Romero, presidenta del Instituto Halal de España
“Halal” significa literalmente, en árabe, “lo permitido”. Pero ahora le están otorgando un concepto evolucionado hacia lo sano, bueno, healthy y un comportamiento ético integral.
Isabel Romero ha participado hoy en el Foro Halal de la Semana Mediterránea de Líderes Económicos, que se ha clausurado hoy en Barcelona, y ha explicado que los productos halal son básicamente los que no contienen cerdos ni derivados, no incluyen alcohol ni animales muertos que no hayan sido sacrificados con arreglo a la ley islámica.
En España, hay dos millones de consumidores potenciales de productos halal, unas 400 empresas certificadas y 2.000 productos con certificación halal.
En declaraciones a Efe, Romero ha dicho que cada vez hay más circuito de distribución en los puntos de venta halal y también en los generalistas, como las grandes superficies.
Además ha destacado la oportunidad que supone para las empresas españolas entrar en este mercado, que tiene más de 1.600 millones de consumidores mundiales.
Hasta hace poco los productos halal en España eran básicamente del sector cárnico, pero ahora el segundo sector en importancia son los dulces y cada vez tienen más relevancia los lácteos y otros productos emergentes como la cosmética o los relacionados con el turismo.
En España, las zonas que concentran más industria halal son Cataluña, Levante y Andalucía, aunque está creciendo mucho Castilla-León y Castilla-La Mancha.
Romero ha destacado que siempre que hablamos en productos halal pensamos en países árabes sin darnos cuenta de que otros como Indonesia tiene unos 300 millones de habitantes que son consumidores potenciales.
Durante las jornadas, Romero y otros especialista en el tema han pedido una certificación universal halal, que recoja todos los elementos comunes en una sola norma y luego concrete las especificidades que puede tener algún país, ya que, en la actualidad, hay distintas entidades para acreditarse en todo el mundo.
La polémica viene a la hora del sacrificio de los animales para consumo alimenticio ya que se sacrifican según el rito halal y el que en España se utilizaba en el ámbito rural hace unos 30 años. En este caso, al igual que se hacía en España en la «matanza», deben ser degollados por un matarife musulmán, con un solo corte, mirando a la meca. Según otra de las normas que genera más polémica, no deben ser aturdidos previamente. Los grupos defensores de los derechos de los animales se oponen a esta práctica y en algunos países -como Bélgica- se ha prohibido el rito halal.
Cuentan incluso con jamón, eso sí no de cerdo, sino de cordero. Que sólo produce hasta el momento en dos empresas españolas. NAVARRAINFORMACIÓN/EFE
