Ayer el presidente del gobierno de España volvía a postularse como candidato de su partido, de nuevo, para las próximas generales. Lo hacía además en una entrevista en el que se le preguntaba si en su partido había corrupción.
El presidente respondía, lisa y llanamente, que él no era conocedor de los entresijos monetarios que existían en su partido. Realizaba dicho comentario para justificarse, ya que los escándalos de corrupción que se habían producido habían sucedido cuando él era secretario general y/o presidente del Partido Popular.
Los ciudadanos se preguntan cuando oyen estas afirmaciones, ¿Cómo un presidente y/o secretario general puede desconocer lo que acontece dentro de su partido, y dice que, de nuevo, quiere presentarse, como candidato de éste, a la elección? La respuesta es obvia, resulta imposible dirigir un partido sin saber cómo va la economía interna, cuántos a filiados hay, cuántas sedes, cuánto se gasta en publicidad, en campañas electorales etc, etc…
Rajoy, tras las declaraciones llevadas a cabo por quien fue mano derecha del líder por entonces del partido popular, señor Costa, huye hacia adelante, no reconoce su ignorancia y se convierte, con ello, en alguien que seguramente falta a la verdad y es incapaz de asumir sus errores.
El PP, ya parece claro que obtuvo financiación de manera ilegal, que se saltó la ley de financiación de los partidos políticos y, quizá lo que es peor, sigue sin reconocer sus errores y sigue sin asumir sus responsabilidades. ¿Es hoy, realmente, un partido de fiar?