París, 6 dic (EFE).- Los tres senadores y dos diputados que representan al País Vasco francés en el Legislativo galo reclamaron hoy el fin del que califican como «régimen de excepción» que se aplica a los presos de ETA, porque consideran que los pasos dados por el Gobierno francés son insuficientes.
«Somos testigos de las consecuencias nefastas de esta situación que perdura, y que no es normal», señaló, en una conferencia de prensa de los cinco en la Asamblea Nacional, el diputado centrista Vincent Bru.
Estas reivindicaciones serán defendidas en una manifestación el próximo sábado en París en la que los organizadores esperan la presencia de más de 10.000 personas, esencialmente del País Vasco, que ha recibido el apoyo de más de un millar de cargos electos en Francia -incluidos 98 de los 158 alcaldes vascofranceses-.
La senadora socialista Frédérique Espagnac justificó sus peticiones al Ejecutivo del presidente Emmanuel Macron porque para llegar al «punto final» del proceso -a su juicio, «la disolución de ETA»- hay que dar señales, sobre todo tras la entrega de armas a las autoridades francesas por parte de la organización terrorista el 8 de abril pasado.
Según el senador conservador Max Brisson, la disolución de ETA «es una demanda» que «no puede ser una condición previa», y no lo ha sido en las negociaciones que mantiene una delegación vascofrancesa con el Ministerio de Justicia sobre la situación de los presos.
Brisson, que hizo notar el «muy amplio consenso» sobre el asunto en el País Vasco francés, insistió en que con la iniciativa que culmina en la manifestación del sábado se pretende que «París tenga conciencia de la impaciencia responsable» sobre esa cuestión.
«Si se quiere lograr la reconciliación (…) habrá que tener una actitud más voluntarista» con los presos, comentó la diputada centrista Florence Lasserre-David, que dijo querer «creer que hay esperanza».
De los 305 presos de ETA, 62 están encarcelados en una veintena de centros penitenciarios de Francia, y entre ellos 29 están sometidos al estatus conocido como DPS (Detenido Particularmente Señalado), que implica un régimen de seguridad y de restricciones en el interior de la cárcel.
Esta acción, liderada por los grupos Bakea Bidea y Artesanos de la Paz, pide acercar a los presos al País Vasco (aseguran que hay plazas libres en Mont de Marsan y Lannemenzan); que se levante el estatus DPS a prisioneros de la banda; y la posibilidad de la libertad condicional para una quincena, así como la puesta en libertad de los enfermos.
Una delegación -en la que está Vincent Bru- participa desde el pasado verano en negociaciones con el Ministerio francés de Justicia para obtener cambios en la situación de presos de la banda y ya ha conseguido la suavización del régimen para siete de ellos. EFE