Las fuerzas de seguridad israelíes se preparan para un posible incremento de la violencia, tras el esperado reconocimiento hoy del presidente de EEUU, Donald Trump, de Jerusalén como capital de Israel y la promesa de trasladar su embajada de Tel Aviv a la ciudad santa.
Ayer comenzaron las consultas de oficiales de Defensa para hacer frente a los posibles disturbios y el Ejército israelí ha preparado «un plan con distintos niveles de alerta que se activará según sea necesario», informó hoy el diario israelí Haaretz.