El escándalo de dopaje de Estado en Rusia, que le puede dejar fuera de los Juegos de Invierno del próximo año, se coló hoy de lleno en el sorteo del Mundial que se celebrará en el Palacio del Kremlin.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y el jefe de la Unión de Fútbol de Rusia, Vitali Mutkó, fueron acribillados a preguntas sobre dopaje, por lo que el fútbol y el sorteo se vieron relegados a un segundo lugar.