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La campaña de vacunación contra la gripe estacional realizada el año pasado en Navarra evitó en torno a 150 fallecimientos y otros tantos ingresos hospitalarios por esta enfermedad, según el estudio realizado por el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN). Además, se calcula que la protección que aporta esta vacuna hizo que hubiera 350 consultas menos de personas con factores de alto riesgo en Atención Primaria.
El Departamento de Salud ha ofrecido estos datos hoy, con motivo de la presentación de la nueva campaña de vacunación de la gripe estacional 2017-2018, que comenzará el próximo 16 de octubre y se prolongará hasta el 30 de noviembre. Las personas mayores de 60 años, las mujeres embarazadas y los enfermos crónicos son los principales grupos de población llamados a vacunarse, junto con el personal sanitario y el colectivo docente, incluido por primera vez en esta campaña el año pasado. Se han adquirido 120.000 dosis de vacuna antigripal, lo que ha supuesto un gasto total de 324.480 euros (2,70 euros por dosis).
El consejero de Salud, Fernando Domínguez, la directora gerente del ISPLN, María José Pérez Jarauta, y el jefe de la sección de enfermedades transmisibles y vacunaciones, Aurelio Barricarte, han recordado hoy en rueda de prensa la importancia de vacunarse frente a la gripe para reducir la mortalidad y morbilidad asociada a esta enfermedad y su impacto en la ciudadanía.
La campaña de vacunación se llevará a cabo fundamentalmente a través de los centros de salud. Además de la vacuna la antigripal, se facilitará la vacuna neumocócica a las personas mayores de 65 años y a pacientes de riesgo que no la hayan recibido previamente, ya que sólo se dispensa una vez en la vida.
Colectivos a los que va dirigida la vacuna
El objetivo de la campaña es proteger a tres grupos de población: las personas más vulnerables y con mayor riesgo de presentar complicaciones en caso de padecer gripe, las personas que pueden transmitir la gripe a este grupo de alto riesgo y los trabajadores y trabajadoras que, por su ocupación, proporcionan servicios esenciales a la comunidad.
En el grupo de personas que tienen un alto riesgo de padecer complicaciones se encuentran los mayores de 60 años, las mujeres en cualquier momento del embarazo, las personas adultas y menores inmunodeprimidos o con enfermedades crónicas (dolencias cardiovasculares, neurológicas, respiratorias, diabetes, obesidad mórbida, insuficiencia renal, cáncer o ciertos trastornos cognitivos, entre otras enfermedades) y quienes conviven en residencias, instituciones o en centros que prestan asistencia a enfermos crónicos de cualquier edad. En este grupo se incluyen los niños y niñas y adolescentes de 6 meses a 18 años, que estén en tratamiento prolongado con aspirina. Se hará un especial énfasis en aquellas personas que precisen seguimiento médico periódico o que hayan sido hospitalizadas en el último año.
Por su parte, el grupo llamado a vacunarse para evitar la transmisión de la gripe está integrado por personal médico, de enfermería y otro personal intra y extrahospitalario que atiende a personas de alto riesgo, personas que trabajan en centros geriátricos o en centros de cuidados de crónicos que tienen contacto directo con residentes; quienes proporcionen cuidados domiciliarios o convivan con pacientes de alto riesgo.
Finalmente, se recomienda la vacunación a trabajadores y trabajadoras de servicios básicos o esenciales, como el personal docente de cualquier nivel educativo, personas que trabajan en los servicios de emergencias sanitarias, servicios de protección civil, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, personal del Cuerpo de Bomberos y de instituciones penitenciarias o centros de internamiento por resolución judicial.
En la página web del Gobierno de Navarra se incluye un apartado en el que se facilita a la ciudadanía información práctica sobre cómo prevenir y tratar la gripe, con respuestas preguntas frecuentes, pautas de actuación en caso de enfermedad y medidas para evitar contagios. Para más información, puede consultarse al personal sanitario del consultorio médico o centro de salud habitual. Igualmente, se recuerda la disponibilidad del teléfono de Consejo Sanitario 848 42 78 88 para realizar consultas sobre cómo tratar la gripe o si se tienen dudas de si acudir o no a consulta médica (con horario de 14.30 a 21.30 horas entre semana y de 8 a 22 horas en fin de semana y festivos).
Como viene siendo habitual, desde el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea se reforzará el dispositivo asistencial en los diferentes niveles con medidas adecuadas a los picos de demanda de atención a pacientes con gripe, tanto en el ámbito de Atención Primaria como en la red hospitalaria y en los centros de urgencias extrahospitalarias.
Un total de 120.439 vacunas administradas en 2016
En Navarra se realizan campañas anuales de vacunación antigripal durante el periodo otoñal desde el año 1990. En la última, correspondiente a la temporada 2016-17, se administraron 120.439 dosis de vacuna, con una cobertura media del 18,84% de toda la población, según datos aportados por el ISPLN. De acuerdo a las dosis administradas en la red pública de Atención Primaria, la cobertura en mayores de 65 años fue del 57%.
En total, la pasada temporada hubo 12.369 casos declarados de gripe (20 por cada 1.000 habitantes), casi 5.000 menos que el ejercicio anterior, cuando se registraron 17.357 casos. Se trata de una intensidad considerada baja en lo que se refiere al número de casos, si bien sus efectos fueron de mayor gravedad que en años anteriores, lo que provocó un mayor número de ingresos hospitalarios por gripe (526, frente a los 426 de la temporada anterior) y más fallecimientos (35, frente a los 19 del ejercicio precedente).
El umbral epidémico se superó entre finales de diciembre y finales de enero, El pico de incidencia de la onda gripal, especialmente acusado en la zona de Estella, se registró en la tercera semana de enero, con 1.910 nuevos casos (304,7 casos por 100.000 habitantes).
El colectivo con mayor proporción de ingresos hospitalarios por esta enfermedad fue el de mayores de 80 años (830 ingresos por cada 100.000 habitantes).
Prevención y atención a las personas con gripe
La gripe estacional es una enfermedad infecciosa vírica de inicio repentino que se transmite por vía aérea, especialmente entre personas concentradas en espacios cerrados. Su contagio se produce fundamentalmente de persona a persona mediante partículas expulsadas al toser o estornudar. Estas partículas no permanecen suspendidas y para su transmisión es necesario un contacto cercano (1-2 metros). También puede transmitirse por contacto indirecto con superficies comunes, en las que el virus puede persistir durante horas o días en ambientes fríos y con baja humedad.
Además de la vacunación con las cepas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para cada temporada, lo más aconsejado para reducir la difusión del virus de la gripe es la adopción de medidas de higiene general que incluyen cubrirse la boca y nariz al toser o estornudar, bien con un pañuelo de papel o con la parte interior del codo, y lavarse las manos regularmente durante al menos un minuto. Se recomienda además evitar permanecer en espacios cerrados con gran aglomeración de gente en las épocas de pico de la gripe.
La gripe tiene un periodo de incubación de uno a tres días y el periodo de transmisión se prolonga de tres a cinco desde el comienzo de la enfermedad, en personas adultas, y de tres a siete días desde el comienzo de la enfermedad, en menores. Entre los síntomas más frecuentes, se incluye la fiebre alta, malestar general, escalofríos, dolores de cabeza y musculares, congestión nasal, irritación de garganta y tos. La fiebre suele remitir en una semana, pero otros síntomas como el cansancio, la tos y la congestión pueden prolongarse hasta dos semanas.
En niños y niñas, las manifestaciones gastrointestinales (náusea, vómitos o diarrea) pueden acompañar la fase respiratoria, mientras que en pacientes de edad avanzada es más frecuente la aparición de dificultad respiratoria, el empeoramiento de las patologías subyacentes y la ausencia de fiebre. Las complicaciones más habituales son la neumonía viral primaria o la infección respiratoria bacteriana secundaria, que también puede derivar en neumonía.
En la mayoría de los casos, para superar la gripe es suficiente el reposo en domicilio y el tratamiento sintomático con analgésicos o antitérmicos. El tabaco agrava las infecciones respiratorias, ya que debilita los mecanismos de defensa natural del organismo, por lo que se recomienda a las personas fumadoras que eviten fumar para prevenir complicaciones. Al tener un origen vírico, no está indicado el tratamiento antibiótico de la gripe, ya que no es eficaz.