El espectáculo que los parlamentarios del Congreso y el Senado de este país están dando es lamentable. Ninguno,por lo visto, quiere airear sus cuentas, ninguno quiere que se le descubra cómo se financia ilegalmente.
Si embargo, lo que clama al cielo, es que el partido del Gobierno, el del señor Rajoy, el Partido Popular, que ha sido pillado “con las manos en la masa”, que se sabe como recibió dinero de forma fraudulenta -así lo dicen los servicios policiales, e incluso, los jueces- para financiarse ilegalmente, está torpedeando cualquier intento de investigación política, sabedor de que en cualquier otro país sus dirigentes deberían haber dimitido hace tiempo por mucho menos de lo que la investigación está descubriendo.
Quizás lo que no quiere que se descubra es cómo esa financiación ilegal, presuntamente, provocaba adjudicaciones de obras, cajas A, B y C dentro de su partido o tramas económicas que provocaban el enriquecimiento de más de uno.
Un partido político que ve cómo sus tesoreros, no solo el famoso Bárcenas, tienen que acudir a declarar ante comisiones de investigación, que sus exministros también tienen declarar y que incluso su presidente va a tener que hacerlo, eso si, ya se están encargando de que lo haga casi a escondidas y por la puerta de atrás, no tiene que estar muy orgulloso de su gestión.
No obstante, y eso es sorprendente, sigue gozando de apoyo popular; un apoyo que se vería, seguramente, disminuido sin Podemos y si enfrente tuviera lideres políticos de gran calado, cosa que no ocurre actualmente.