El emperador romano Calígula, encarnado esta noche en el Teatro Romano de Mérida por el actor Pablo Derqui en la obra homónima de Albert Camus, ha clamado que el poder tiránico y su corrupción viven en él, como sucede hoy muchas veces, y se ha defendido con afirmaciones como «¡todos son culpables!» y «¡todavía estoy vivo!».
Derqui, que ha sido ovacionado junto al resto del elenco de actores por aproximadamente dos tercios de las personas que han ocupado el aforo, de casi 3.000 personas, ha interpretado a Calígula en el segundo estreno del LXIII Festival Internacional de Teatro Clásico emeritense, que ha presentado una obra de Camus dirigida por Mario Gas.