El técnico del Real Madrid, Zinedine Zidane, compareció este sábado en la previa de un clásico que puede decidir la Liga con inusitada tranquilidad, como si fuera un partido más. Con la sonrisa de siempre, la normalidad en sus respuestas y sin añadir presión a sus jugadores. Admitió, no obstante, que «es especial» afrontar la primera cita en casa como preparador merengue frente al archirrival azulgrana. Y confirmó que el galés Gareth Bale entra en la convocatoria, pero no avanzó si será titular.
«Para nada la Liga estará ganada si vencemos este domingo. El resultado no será decisivo pase lo que pase. Es una final más y faltan siete. Vamos partido a partido porque esto no para. A lo mejor hay gente que piensa que estamos confiados tras eliminar al Bayern, pero no es así. Estamos muy concentrados en este choque y no pensamos ni en el antes, ni en el después, sólo en dar el máximo», enfatizó el preparador marsellés.
«La gente puede pensar que hay uno más favorito que otro, pero no es así. No somos favoritos. Hay que luchar y trabajar, asumiendo que los pequeños detalles suelen marcar las diferencias», insistió ‘Zizou’, quien evitó referirse o «especular sobre lo que piense el rival». «Sé que nosotros estamos ante nuestra afición y queremos hacer el máximo para vencer».