El ex número dos de la Policía Eugenio Pino exasperó al juez José de la Mata y a los fiscales anticorrupción durante su declaración para intentar explicar el origen de un «pendrive» con datos de los Pujol, hasta el punto de que la fiscal Belén Suárez confesó que estaban «un poco desconcertados» por su versión.
En su comparecencia ante el juez del caso Pujol del pasado febrero, a cuyo audio ha tenido acceso Efe, Pino dio su versión sobre un lápiz de memoria, cuyo origen el juez investiga, que sirvió de base a la Policía para elaborar un informe (no incorporado a la causa) sobre posibles delitos de Jordi Pujol hijo.
Pino explicó que fue el comisario Marcelino Martín-Blas quien, alrededor de un mes después del registro a Método 3 en febrero de 2013 por la grabación del almuerzo de La Camarga, le entregó el dispositivo, pero que él solo lo tuvo en su poder «un minuto» y se lo devolvió sin ver su contenido, que estaba encriptado.
Según la versión del ex director adjunto operativo (DAO), Martín-Blas le dijo que fueron dos detectives de Método 3 -él sospecha que Antonio Tamarit y Julián Peribañez- quienes, tras el registro, le entregaron voluntariamente el dispositivo, y se ofrecieron además a colaborar con la Policía para «buscar un domicilio en el extranjero de los Pujol».
Sus vaguedades a la hora de justificar ese origen pusieron nerviosos en varias ocasiones al juez, a los fiscales y al abogado del Estado.
«Llega usted hoy y habla de un ‘pendrive’ que le da Martín-Blas, que estaba encriptado, que desconoce su contenido… estamos un poco desconcertados», le llega a decir la fiscal Belén Suárez, que en otro momento incide en que «han aparecido tantos ‘pendrives’ y discos duros que estoy desconcertada».
El juez también le hizo ver sus imprecisiones a la hora de señalar el origen de la información: «Hay hasta 550 posibilidades al menos. Cuando dice que es Método 3 una y otra vez, ¿qué quiere decir?».
«Entiendo, mi imaginación poderosa como policía, que es Método 3, pero si ahora me dice usted: ‘lo jura ante la biblia’, yo diré que no lo sé», le responde Pino, aunque luego añade: «Voy a ser preciso: fuente de origen, Método 3».
«En algún momento puedo parecer impreciso, pero en otras cosas soy bastante preciso», dice justo después, para justificarse afirmando que cuando era el número dos de la Policía «estaba muy por encima de esas cosas».
Minutos antes, su versión es otra cuando el juez le confiesa que le sorprende que no preguntara a Martín-Blas de dónde venía el dispositivo. «Dijo: esto es de Método 3, no se si me dijo que era de Barcelona, de alguna corruptela, de alguna cosa… pero no lo recuerdo con exactitud», responde entonces Pino.
«¿De alguna corruptela de alguna cosa de qué?», le vuelve a preguntar De la Mata desconcertado, y el testigo solo añade que posteriormente Martín-Blas «o alguien de la UDEF» le dijo que «un Pujol, un señor de la familia Pujol, había pagado un dinero por ese archivo».
En su intervención, el fiscal Fernando Bermejo recuerda a Pino que estuvo presente en el registro a Método 3 de donde pudo salir la información del lápiz de memoria, y se produce este diálogo:
«-¿Usted tuvo conocimiento de cuál era el objeto del registro de Método 3?. -No. -Yo estuve en el registro de Método 3 y el objeto era una supuesta grabación entre Alicia Sánchez Camacho… -Ah, sí sí.»
«-Nada más se podía coger material sobre eso, ¿usted no tuvo conocimiento de ello? – No. -¿No le informaron tampoco de nada? -No. -¿No le informan nada como DAO? -A mi me informaban de todo. -¿No era importante ese registro para usted? -Para mi no.»
El abogado del Estado también le recrimina sus contradicciones y le hace ver que la información que había dado era «casi cero».
Le pregunta por qué se había metido, como él había dicho minutos antes, en el «charco» de dar su versión sobre el «pendrive» en un escrito que remitió al juez, a lo que responde que cuando vio que nadie sabía de dónde venía el dispositivo, pensó en decir lo que sabía.
«Quizá no lo comprenda, añoranza de jubilado, estaría más a gusto en casa», añade Pino, que se jubiló en julio del año pasado.
El comisario Martín-Blas niega haber tenido un “pendrive” de los Pujol
