La asociación de consumidores de Navarra Irache denuncia el uso abusivo de los ficheros de morosos que hacen algunas empresas, que en ocasiones llegan a utilizarlos como instrumento de presión para conseguir ingresos.
Irache señala en este sentido que son continuas las visitas a la asociación de personas que han sido incluidas en un registro de impagos de forma «injustificada».
Los sectores que usan con más frecuencia los ficheros de morosos son la telefonía y la banca, según la asociación que indica que muchas personas han descubierto que están en un fichero de morosos tras pedir un préstamo en un banco, que muchas veces les ha sido denegado por esta circunstancia.
Estas sorpresas se dan pese a que la empresa acreedora debe solicitar el pago mediante un requerimiento en el que le informe de que, en caso de no abonar el importe, puede inscribirle en uno de estos ficheros. Sin embargo, en muchas ocasiones el consumidor no ha recibido esa comunicación.
Otras veces la cantidad por la que se le ha inscrito como moroso es mucho mayor que lo que el cliente adeudaba, a veces los supuestos morosos ni siquiera han mantenido relación contractual alguna con la empresa que ahora les reclama el dinero y en otras un tercero dio el nombre del afectado sin su conocimiento.
Las cantidades por las que los consumidores son incluidos en ficheros de morosos son muy variadas y pueden ir desde 15 hasta 1.500 euros, por ejemplo.
Respecto a las afectados, Irache indica que algunos acaban pagando sólo para conseguir el crédito que han solicitado o por dejar de constar como morosos y otros acuden a la asociación para ver cómo se puede actuar.
Lo primero es reclamar a la empresa acreedora que indique de qué deuda se trata y que demuestre su existencia, ya que solo se pueden incluir en los ficheros de impagos aquella deuda «cierta, vencida, exigible y que haya resultado impagada».
Además, debe haberse dado el requerimiento de pago comentado anteriormente en el que la compañía le informe de que, en caso de no abonar el importe, puede inscribirle en uno de estos ficheros.
Si no se han cumplido estos requisitos, el consumidor puede reclamar la anulación inmediata del registro.
Por otro lado, el responsable del registro de morosos debe comunicar al ciudadano su inclusión en los treinta días siguientes a que ésta se haya producido y el afectado puede solicitarle que le comunique las empresas a las que se ha comunicado su inclusión en el registro en los últimos seis meses.
Algunos afectados no se conforman con que les retiren del fichero y denuncian la inscripción en la Agencia Española de Protección de Datos y otros exigen ante los tribunales una compensación por los daños, morales o económicos sufridos.
Irache ha conseguido que se compense económicamente a varios socios por estos casos, para lo que es habitual llegar a los tribunales.
Como ejemplo cita una indemnización de 600 euros a una persona a la que una compañía telefónica incluyó como morosa por dejar de pagar una factura que era incorrecta. El fallo recoge que el defectuoso cumplimiento de las obligaciones de la operadora ha causado al consumidor «una aflicción susceptible de ser calificada como daño moral y por ello indemnizable».
En otro caso, una persona fue incluida en un fichero de morosos por una deuda inexistente de 203 euros de una compañía telefónica. La inclusión en el registro se produjo por parte de una tercera empresa a la que la operadora le cedió el supuesto crédito. La Audiencia Provincial consideró a las dos empresas responsables de la inclusión y les condenó a pagar de forma solidaria 12.000 euros al consumidor por vulnerar su derecho al honor. EFE
