El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha admitido hoy que se puede «tocar» el IRPF de las rentas más altas, pero que esa posible variación no supondría cambios significativos en la recaudación final del Estado.
Durante su intervención en el curso de verano ¿Qué hemos aprendido de la crisis?, organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la UIMP, Rosell ha advertido de que subir el IRPF de las clases media alta y media baja, lo que ha denominado «la parte central» de los contribuyentes, sería «muy dañino».
Y aún peor, ha añadido, si cualquier tipo de reforma afectara a las rentas anuales más bajas, inferiores a 20.000 euros.
Y por lo que respecta a las renta más altas, a fin de cuentas el número de contribuyentes con grandes rentas es reducido, y su efecto en la recaudación final sería intrascendente.
Rosell ha querido dejar claro que «todos debemos pagar impuestos», y ha recordado que en los años 80 había cinco millones de contribuyentes frente a los mas de 25 millones actuales, lo que ha permitido recuperar niveles de recaudación precrisis. EFE