
El ya manido “voto útil” como opción para aquellos que se resisten a votar a quien les ha causado un profundo malestar, ha vuelto a ser invocado por la secretaria general del PP. Ha animado a votar a su partido, aunque sea a regañadientes, como si el votar “con la nariz tapada” fuese algo banal, sin importancia, el caso es votar y a su partido.
Vienen a la memoria actitudes parecidas. Todos recuerdan, por citar un ejemplo, el esperpento de rueda de prensa que en Navarra protagonizó la anterior presidenta navarra, Yolanda Barcina, delante de las pintadas que se habían hecho en cierto pueblo de Navarra contra su partido y que fueron aprovechadas para servir de telón de fondo en su petición del voto útil para su partido. “Que viene el coco” se decía.
Hoy enfrente del Partido Popular se encuentra la extrema izquierda de Podemos e Izquierda Unida. Quién sabe si también del PSOE e incluso Ciudadanos. Se intenta vender: “todos contra el PP”. Se manipula a aquellos que no fueron a votar en las pasadas elecciones o que votaron a otros e incluso a los que votaron en blanco, nulo o se abtuvieron.
Se dice que el 78 % del electorado va a votar lo mismo. Poco, por tanto, va cambiar el resultado, pero para a aquellos que están dudando sobre su voto , que se pida voto útil puede inclinar la balanza hacia el lado requerido. No parece legítima la petición del voto, porque los demás son peores. Se necesitan argumentos sólidos, no solo… como soy el tuerto, vota, que los demás son ciegos.