En un informe de Caixabank Research recogido por Europa Press, la entidad recuerda que el índice de sentimiento económico de la Comisión Europea sugiere que la confianza de los agentes siguió en cotas elevadas en enero, aunque con una ligera corrección a la baja. A su parecer, esta visión menos optimista de los indicadores de sentimiento podría reflejar una mayor inquietud a causa de las turbulencias financieras internacionales y la situación política española.
Sin embargo, asegura que por el momento la recuperación económica está manteniendo la intensidad, puesto que los indicadores de oferta y demanda siguen sorprendiendo al alza a pesar de la inestabilidad. Además, la creación de empleo fue enérgica en el cuarto trimestre, la renta bruta de los hogares mejoró y la demanda de crédito se mantuvo al alza.
Además, la senda de recuperación del mercado inmobiliario se mantiene, apoyada por el fuerte incremento de la demanda de crédito para la adquisición de vivienda, y la inflación ha vuelto a caer por los precios de la electricidad y la energía. Asimismo, la rebaja del precio del petróleo y la balanza comercial favorecerán el saldo por cuenta corriente en 2016.
Por todo, el Servicio de Estudios de la entidad financiera asegura que las perspectivas para 2016 son «positivas» y que el PIB podría crecer un 2,8%, aunque las cifras presentan «considerables riesgos» a la baja. A su parecer, la buena marcha de la actividad se sustentará en que los factores que impulsaron el PIB en 2015 –el crudo, la rebaja fiscal, la política monetaria expansiva y la depreciación del euro– se mantendrán en 2016, aunque en menor medida.
EL DÉFICIT, POR ENCIMA DEL 5%
Por otro lado, Caixabank analiza la evolución del déficit público a lo largo del año 2015, y adelanta que podría haberse situado por encima del 5% en el conjunto del ejercicio, medio punto más de lo que espera el Gobierno (4,5%) y casi un punto por encima de la cifra pactada con Bruselas (4,2%).
Según la entidad, resulta «llamativa» la evolución de las cuentas públicas en un contexto económico «significativamente mejor» que el previsto en los Presupuestos del Estado, puesto que el PIB ha crecido finalmente un 3,2% frente al 2% que figuraba en el cuadro macroeconómico con el que se elaboraron las cuentas de 2015. Además, el entorno de tipos bajos propiciado por el Banco Central Europeo (BCE) ayudó a contener los gastos por intereses.