El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha advertido este martes de que no aceptará ninguna Ley de Amnistía para los presos políticos, como reclama la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD
Algo inusual ya que la MUD ha alcanzado en las últimas elecciones del 6 de diciembre una mayoría cualificada de dos tercios en las elecciones parlamentarias, con 112 diputados.
El presidente venezolano ha reiterado que en las protestas de febrero de 2014 se cometieron «graves delitos de lesa humanidad» y son estos por los que «están condenados», entre otros, el líder opositor y dirigente del partido Voluntad Popular (VP) Leopoldo López.
Por lo que sentenció «no aceptaré ninguna Ley de Amnistía» , «así lo digo y así me planto».
Por otra parte, el presidente, ante las crírticas de no respetar los dos terceios establecidos legalmente en la asamblea, ha asegurado que desde el Gran Polo Patriótico (GPP) y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se «respetan los resultados electorales».
El secretario general de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús ‘Chuo’ Torrealba ha dicho en varias ocasiones que la prioridad de la oposición es una Ley de Amnistía y Reconciliación que «no sólo beneficiaría a líderes opositores presos», como Leopoldo López, «sino también a sindicalistas, indigenistas, entre otros, encerrados por criticar al Gobierno».
Maduro ante los resultados electorales del 6 D en los que el bloque opositor le superan por un amplio margen al conseguir la mayoría cualificada de tercio, reacciona a la dura derrota y pide a los ministros que presenten la dimisión para renovar su gabinete añadiendo que para ello usará «el método Chávez». «Está abierto un debate para una renovación profunda de la Revolución», ha dictado.