La Audiencia Nacional considera probado que los dos etarras enviaron el paquete bomba que en 1991 provocó la muerte de dos agentes que intentaban desactivarlo
La sección primera de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a 296 años de cárcel a los etarras Itziar Alberdi y Juan Jesús Narváez Goñi, entregados desde México en 2014, por el asesinato de dos artificieros de la Policía cuando desactivaban un paquete bomba en Madrid en 1991.
La sentencia, que condena también a la pareja a indemnizar a cada familia de los fallecidos con 350.000 euros, establece que los dos integraban el comando Ekaitz junto a José Luis Urrusolo Sistiaga, y «la decisión de llevar a cabo esta acción y su planificación se tomó en el seno del comando por todos sus miembros, que realizan la acción coordinada y con reparto de funciones», por lo que los tres fueron coautores del atentado.
Alberdi Uranga, absuelta en dos ocasiones por la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo, y Narváez Goñi, condenado a 60 años de cárcel por el asesinato de dos policías en Barcelona, permanecieron durante 22 años fugados de la Justicia hasta que fueron descubiertos en febrero de 2014 en la localidad mexicana de Puerto Vallarta, donde vivían con sus dos hijos y trabajaban, respectivamente, como masajista y profesora de yoga.