Según publica Diario de Noticias, Osasuna tiene algunos expedientes administrativos abiertos que debe cerrar a tiempo para poder ser inscrito en el mes de julio para poder competir en Segunda A la próxima temporada.
El principal escollo es el aval económico de casi 1,8 millones euros que tiene que presentar a favor de Osasuna ante la Liga de Fútbol Profesional la actual junta directiva que preside Luis Sabalza. Si no lo presenta en plazo, Osasuna podría ser descendido de forma automática a Segunda B.
Un incumplimiento por parte de la directiva de Sabalza que ha supuesto ya la imposición de una multa de 30.051,61 euros a Osasuna, cantidad que se le quitará al club navarro de los saldos favorables que tiene el equipo rojillo con la Liga de Fútbol Profesional.