Causa asombro e indignación la decisión de la judicatura con el caso Bankia. Rebajar la fianza impuesta de 800 a 80 millones a los Rato y compañia, hace pensar a mas de uno, que delinquir sale rentable.
La gente honrada de este país no puede comprender tamaño amaño hacia el poder.
Sin la regeneración del tejido económico y político, no puede avanzar un país inmerso en la corrupción y en una justicia que sigue premiando al poderoso.
Los ciudadanos no deberían permitirlo.