
Ha sido condenado por ordenar un atentado con coche bomba, el 26 de agosto de 2007 en Oropesa (Castellón), que sólo causó daños materiales
La Audiencia Nacional ha condenado a nueve años de cárcel al exdirigente etarra Mikel Garikoitz Aspiazu Rubina, Txeroki, por ordenar un atentado con coche bomba, perpetrado el 26 de agosto de 2007 en Oropesa (Castellón), que sólo causó daños materiales, y ha absuelto de estos hechos a Joseba Antton Aranibar.
En su sentencia, la sección primera de lo Penal considera probado que Txeroki, para quien el fiscal pedía 17 años, «fue la persona que decidió el cómo y el cuándo» de la ejecución de este atentado, tanto como inductor, «por haber dado las instrucciones», como cooperador necesario, «por haber facilitado el explosivo».
Sin embargo, el tribunal no cree autor de estos hechos a Aranibar, considerado lugarteniente de Txeroki, porque cuando se produjo este atentado se encontraba preso en Francia y, si bien era el responsable del comando Elurra (al que se atribuyó esta acción), y disponía de las armas y explosivos que pudo «haber proyectado entregar» a los miembros de ese grupo, ya fue condenado por ese delito en Francia. Además, por el hecho de haber estado preso en Francia en esas fechas, «no tuvo dominio del hecho y no puede ser considerado autor».
Por ello la Sala solo condena a Txeroki como autor de un delito de terrorismo de tenencia de explosivos en concurso con un delito de daños con explosivos y le impone 9 años de prisión, al tener en cuenta que la cantidad de explosivo empleada en este atentado fue «muy alta», entre 500 a 1.000 kilos de amonal.
La sentencia cuenta con el voto particular concurrente de Nicolás Poveda, que aunque no discrepa con sus compañeros de lo dispuesto en la sentencia, entiende que debería haberse hecho constar que cuando Txeroki fue detenido en Francia se le intervino un documento en el que se reconocía la falsedad de las torturas alegadas por los miembros del Elurra.