En el primer aniversario del grave accidente que sufrió el “hombre récord” alemán de la Fórmula Uno, el piloto de Fórmula Uno, siete veces campeón del mundo, Michael Schumacher, ha empezado a reconocer a sus familiares y se comunica con los ojos con su mujer y sus hijos, aunque sigue sin poder hablar.
Una buena noticia para este final de año 2014. De vez en cuando vamos teniendo noticias del estado de Schumacher. Un hombre joven con todo el futuro a su alcance, con títulos reconocidos y merecidos.
En su estado crítico y «vegetal», como si de su «Fórmula Uno» se tratara, muestra síntomas de avance y recuperación.
Es una vida con vida. Sus familiares más cercanos han querido que este hombre viva en esta dramática situación, postrado en la cama. Simplemente, la fe, la esperanza en su recuperación y la propia existencia de esta persona han orientado a la familia a no practicar o solicitar la eutanasia, disfrutando de cualquier avance.
El hecho de que exista un pequeño resquicio de comunicación es una buenísima noticia cargada de esperanza. Una esperanza que se atisba muy positiva y a la que añadimos la dosis necesaria para que, avance tras avance, llegue la curación.
Nos congratulamos de esta pequeña gran noticia.