
La autopsia realizada al actor ha desvelado que el actor había consumido dos antidepresivos y dos compuestos a base de cafeína antes de suicidarse
Robin Williams decidió quitarse la vida el 11 de agosto ahorcándose con su propio cinturón y también intentó cortarse las venas con un cuchillo.
El actor padecía una depresión muy fuerte que le había sido diagnosticada meses antes, justo también cuando comenzó a desarrollar los primeros síntomas de Parkinson. Su viuda y sus hijos sufrieron este duro golpe del que aún no se han recuperado. Según un amigo del intérprete en día antes de su muerte guardó unos relojes dentro de calcetines.