El Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) ha presentado una batería de medidas para conseguir que la tasa de paro se sitúe en el 10,4% en 2018, lo que supondría reducirla en 13,3 puntos desde el 23,67% actual. Esto se lograría con, entre las propuestas, un ajuste fiscal de 30.000 millones de euros en cuatro años, un plan eficaz de lucha contra el fraude laboral y una revisión de los umbrales fiscales que pagan las pymes para aumentar de tamaño.
El presidente de Telefónica y presidente del CEC, César Alierta, ha afirmado que los problemas que tiene España «son todos solucionables» y que las medidas que incluyen en el informe España 2018, presentado este lunes, «son viables» y los objetivos, «conseguibles». Por un lado, el CEC -integrado por los grandes empresarios de España- propone diversas medidas en diferentes ámbitos económicos para crear 2,3 millones de empleos, lo que significaría bajar la tasa de paro diez puntos, hasta el 14,3% en 2018.
Además, asegura que si se toman iniciativas para reducir el fraude laboral, podrían aflorar unos 800.000 empleos extra, lo que permitiría reducir la tasa de paro en 3,6 puntos adicionales. De esta forma, la tasa global de desempleo podría situarse por debajo del 11%, en el entorno del 10,4%, en 2018, desde el 24% que ronda actualmente.
En concreto y para generar nuevo empleo, el CEC propone actuar en ocho bloques con reformas «exigentes, pero posibles» que van desde el aumento del tamaño de la empresa hasta la aceleración de la economía del conocimiento. Además, se inclinan por mejorar el marco institucional para aumentar el tamaño empresarial e impulsar así el empleo y la productividad.
Proponen aumentar el tamaño de las empresas
«Mejorar el entorno regulatorio es clave para el aumento del tamaño empresarial», asegura el documento que incide en que un incremento de la dimensión de las empresas favorecería la reducción del desempleo en el entorno de 4,2 puntos porcentuales. En este sentido, el economista jefe del BBVA Jorge Sicilia ha dicho que el objetivo sería crear 15.000 nuevas medianas y grandes empresas en España hasta 2018, con lo que el empleo aumentaría en más de 400.000 puestos de trabajo. «Si España alcanzara el tamaño medio empresarial de Alemania, sería un 15% más productiva», ha afirmado, al tiempo que ha señalado que es necesario mejorar la financiación de las empresas y que haya más «proclividad a fusiones y adquisiciones».
En su opinión un aumento del tamaño de las empresas las hacen más exportadoras e innovadoras y ha lamentado que menos del 1% de las empresas españolas sean medianas y grandes. «La medida más importante es plantearse bien los umbrales fiscales y regulatorios fiscales. Que se plantee bien los saltos fiscales discretos en el tamaño de las empresas», ha afirmado, al tiempo que ha urgido a «ver si se puede hacer algo en este sentido».
El CEC incide en seguir apostando por el sector exterior y por la internacionalización y hacer que el 80% de las empresas que llevan uno o dos años exportando se conviertan en regulares. «El sector exportador español está muy bien situado y parte de su mejora viene por el aumento en la competitividad de los productos españoles», ha señalado.
Para las grandes empresas, el reto concreto es aumentar en 35.000 el número de compañías exportadoras regulares en cuatro años para generar más de 700.000 empleos.
Ajuste fiscal de 30.000 millones de euros
Por otra parte, el documento del CEC pide un ajuste fiscal «más ambicioso» sin penalizar el crecimiento, con el objetivo de asegurar la sostenibilidad de la deuda.
El Consejo Empresarial para la Competitividad ve necesario un ajuste fiscal adicional del entorno del 3% del PIB (unos 30.000 millones de euros) para bajar los niveles de deuda pública hasta cerca del 90% en 2018.
Algunas de las medidas que proponen son aumentar la lucha contra el fraude, que supondría una recaudación adicional de hasta 20.000 millones anuales; una mayor racionalización del personal de las administraciones públicas (impacto de unos 5.000 millones) y la activación de un plan de gestión del patrimonio público y de privatizaciones, que conllevaría un ahorro en la deuda de, al menos, 35.000 millones.
El CEC también ve conveniente aumentar el tamaño de los municipios a través de fusiones o supresiones, lo que ahorraría cerca de 6.000 millones al año. «¿Qué voluntad política hay para reducir excesos, redundancias y duplicidades administrativas?», se plantean los grandes empresarios, tras advertir de que «no se trata de parchear sin convicción los desequilibrios existentes».
En cuanto al sistema financiero, el CEC pide incentivos fiscales al ahorro, fuentes de financiación alternativas, como las titulizaciones o un uso más eficiente de la financiación pública.
También habría que recuperar la inversión pública en infraestructuras, según las grandes empresas, ya que se está depreciando el stock de capital que tienen las empresas. Y pide implementar «sin retrasos» una nueva reforma del sistema de pensiones.
Por otro lado, resaltan la importancia de mejorar el nivel educativo de la población para reducir la brecha de bienestar con los principales países desarrollados. Para lograrlo, apuestan por potenciar un uso más eficiente de los recursos, aumentar dichos recursos, mejorar la eficacia de la políticas activas de empleabilidad para parados, introducir más competencia y grado de autonomía en las escuelas y reforzar la meritocracia, entre otras cosas.
Además, reclaman acelerar la economía del conocimiento, fomentando el desarrollo científico y tecnológico, proyectando una marca España industrial «sólida» y el impulso de una mayor inversión en I+D, hasta el 3% en 2018. Además, se fijan como objetivos fomentar la implantación de servicios digitales y aumentar la inversión en intangibles, entre otras cosas.
Asimismo, piden impulsar el desarrollo industrial en clave digital, incorporar técnicas digitales a la comercialización, transformar el modelo educativo y acelerar la ejecución de la Agenda Digital. Según el director de Estructura Financiera de Telefónica, Juan Antonio Mielgo, si se hacen «los deberes» en este sentido y se equiparan estos indicadores a los de los socios europeos, se conseguirá un impacto extra del 1,5% del PIB y 130.000 puestos de trabajo por año.
El CEC también pide una política energética «sostenible» y cree que un plan de inversiones razonable a medio plazo permitiría crear 100.000 empleos hasta 2018. Además, reclama mantener la posición de infraestructuras evitando la caída del ‘stock’ de capital, al tiempo que se inclina por una financiación fluida y por mantener niveles de ahorro que garanticen el proceso de desendeudamiento público y privado.
España puede mejorar y cambiar radicalmente
En la rueda de prensa para presentar el informe España 2018, el presidente del CEC, César Alierta, ha asegurado que España tiene una «clara oportunidad» para mejorar su escenario macroeconómico a través de un «cambio radical». Según Alierta, esto es «posible» con el esfuerzo de todos, por lo que es importante trabajar «conjuntamente» para que España vuelva a ser un país que «sorprenda» al resto del mundo. De hecho, el presidente del CEC ha asegurado que España «se puede situar entre los diez mejores países en todo el mundo» y ha abogado por profundizar en las reformas, mejorar el marco regulatorio e incrementar la capacidad de innovación.