El primer ministro británico, David Cameron, había anunciado planes para limitar la llegada de inmigrantes comunitarios, pero para Berlín la libre circulación en la UE «no es negociable».
«El gran bien de la libertad de circulación en la Unión Europea (EU) no es negociable para Alemania». Así ha corroborado el lunes el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, un artículo del semanario Spiegel de esta semana que indica que «Angela Merkel admite por primera vez que una salida del Reino Unido (de la UE) es posible». Según la revista –que se refiere a fuentes anónimas en la Cancillería–, Merkel ha advertido a Londres que si el primer ministro británico David Cameron sigue con la idea de negociar o implantar nuevas medidas en la política de inmigración, se alcanzaría un «punto de no retorno» en las relaciones entre Londres y Bruselas.
Seibert ha asegurado que Berlín quiere que Londres siga siendo un «activo y comprometido» miembro de la UE, pero no va a ceder en los planes de Cameron de frenar la inmigración proveniente de otros países de la UE: «Corresponde a Reino Unido aclarar qué papel quiere jugar en el futuro en la UE. Esto no es una cuestión bilateral entre Alemania y Reino Unido, sino entre Reino Unido y todos sus socios europeos», ha dicho Seibert. El mensaje de Berlín llega después que el domingo se conociera que durante la cumbre de la UE de octubre, Merkel advirtió a Cameron de que sus planes para limitar la entrada de trabajadores de la UE a Reino Unido violaba el principio de libre circulación.
Según Merkel, si Londres cierra sus fronteras Berlín retirará su apoyo al Reino Unido como miembro de la UE. Por ahora, Londres ya ha dado algunos pasos en esta dirección y desde enero el plazo máximo durante el que un inmigrante puede recibir prestaciones por desempleo «sin expectativas» de encontrar trabajo se ha reducido de seis a tres meses. Merkel no ha sido la primera: el ex presidente de la Comisión Europea advirtió que limitar la inmigración en la UE podría romper las leyes del bloque e ir contra el principio fundamental de la libre circulación de personas. En general, las relaciones entre Bruselas y Londres no están en su mejor momento: el pasado 24 de octubre, Cameron afirmó que no pagaría en diciembre los 2.100 millones de euros que exige la UE al Reino Unido ante la mejora de su economía con la finalidad de que se ajuste al presupuesto comunitario.
Respuesta de Osborne
El ministro de Finanzas británico ha restado importancia a las «amenazas» de Merkel: «Creo que es poco consistente» ha criticado el lunes George Osborne la información del Spiegel desde la BBC indicando que sus propios contactos con el Gobierno alemán muestran que Berlín comprende la preocupación de Londres de que inmigrantes desempleados de la UE soliciten beneficios sociales: «El Gobierno británico quiere abordar esto. Vamos a hacerlo de una manera racional y relajada», ha dicho Osborne.