La Policía Municipal de Pamplona ha interpuesto esta mañana la primera sanción a un corredor por incumplir la ordenanza del Encierro aprobada el pasado mes de junio. Se trata de G.C., de 58 años y nacionalidad inglesa, que ha sobrepasado la señalización establecida en la cuesta de Santo Domingo.
La persona sancionada ha incumplido la ordenanza en su artículo 4.11.d que dice que “queda taxativamente prohibido y será objeto de denuncia por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad: d) Desbordar las barreras o límites que los agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad establezcan en los distintos lugares del recorrido”. Ha sido sancionado con una multa de 200 euros por una infracción de carácter leve, prevista en la Ley Foral 2/1989, de 13 de marzo, Reguladora de Espectáculo Públicos y Actividades Recreativas de Navarra.
El corredor multado se encontraba en el recorrido del encierro en el tramo de Santo Domingo y, tras lanzarse el cohete anunciador de la salida de los toros, no ha respetado la señalización existente en el lugar, rebasándola y continuando su trayectoria hacia los corrales, cuando los astados se encontraban ya en plena carrera. La Policía Municipal que se encontraba en el lugar procedió inmediatamente a su identificación y posterior sanción que será tramitada al Ayuntamiento de Pamplona, competente en este tipo de sanciones.
No es seguro que la pintura en sí misma tenga ese poder de convicción, pero la multa de 200 euros por traspasarla sí que ha conseguido que los corredores del primer encierro de los Sanfermines respetasen escrupulosamente la señal.
El inglés podrá volver a su ciudad de origen orgulloso de que se ha enfrentado a «las bestias» en el encierro de San Fermín, pero también regresará con 200 euros menos en el bolsillo y el dudoso honor de haber sido el primer sancionado por la nueva normativa de los encierros de Pamplona. Ha aceptado la sanción de buen grado. Al parecer se trata de un expolicía británico, lo que le ha ayudado para ser más comprensivo con la regla de que no puede saltarse la normativa. Asegura que no había entendido la normativa porque sólo se la habían facilitado en castellano y en euskera.
El resto de corredores del encierro ha respetado casi con devoción la raya roja. Al fin y al cabo, una multa es una multa. Ahora habrá que ver si ese mismo respeto se traslada al resto de los encierros de estos encierros de San Fermín 2014. Especialmente delicados serán los del fin de semana, donde el número de visitantes es más numeroso, muchos de ellos extranjeros que, o no entienden o no hacen demasiado caso a la normativa.
Este año se ha estrenado una normativa más contundente que en otras ocasiones. Si bien, las prohibiciones de correr con mochilas, con cámaras, con calzado inadecuado o en estado de embriaguez o tocar a los toros se mantienen, las sanciones son más duras, lo que hará pensar a más de uno si merece la pena poner en peligro su vida y la del resto de mozos por una gracieta.
