España ha decidido participar como socio fundador en el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), impulsado por China
El AIIB, observado como un desafío a las instituciones existentes Banco Mundial y Banco Asiático de Desarrollo, ha tenido una respuesta fría de Estados Unidos.
La vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, explicó en rueda de prensa que el Ejecutivo ha remitido a China una carta en la que manifiesta el interés de España en involucrarse desde el principio en el Convenio Constitutivo del BAII, cuya aprobación está prevista para este mismo año.
El Gobierno español no querría quedarse fuera de una iniciativa tan importante como la del BAII, que tiene como objetivo promover el desarrollo sostenible de Asia a través de la financiación de infraestructuras de energía, transporte y telecomunicaciones, además de proyectos para el desarrollo urbano y rural y la conservación del medio ambiente en la región.
Junto al banco de los BRICS, el BAII, propuesto por China en 2013, es la iniciativa más importante tomada en este aspecto económico, resaltan los expertos.
Por su parte, el mundo empresarial español también ha tenido el visto bueno respecto a la creación del BAII, al considerarlo como un movimiento positivo de enorme potencial.
Más países se sumarán al nuevo banco
Brasil, Rusia, Australia y Holanda fueron los últimos tres países en anunciar el sábado que se sumarán al Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (AIIB, por su sigla en inglés), aumentando el potencial de una institución vista como impulsora de la influencia regional y global de China.
El AIIB, observado como un desafío a las instituciones existentes Banco Mundial y Banco Asiático de Desarrollo, ha tenido una respuesta fría de Estados Unidos, pese a que algunos de sus aliados europeos como Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia ya han anunciado que participarán en la entidad.
Otros países como Turquía y Corea del Sur también han dicho que se sumarán. Brasil, el principal socio comercial de China, dijo el viernes que se uniría y que no había condiciones establecidas.