El escudo del municipio de Puente la Reina se compone de: Puente de tres arcos sobre ondas azules que sostiene tres torres a una de las cuales, la central, acude un pajarito. Todo bordeado con las cadenas de Navarra sobre fondo rojo
En el pasado, de plata y sobre ondas de azul y plata un puente en su color natural de dos arcos, con sendos arcos de descarga sobre tres machones. Sumado de tres torres con puerta central y dos ventanas terminadas en otras tantas torretas mazonadas todas de sable, y, como el puente, en su color natural. En la torreta central un nicho, y en él, una imagen de Nuestra Señora la Virgen Santísima. Entre esta y la lateral derecha un pajarito que vuela en dirección a la sagrada imagen. Bordura de gules con las cadenas de oro del Reyno de Navarra. En las vidrieras del palacio de la Diputación y en el blasón que usa actualmente la villa, son tres los arcos y no aparece la imagen de la Virgen.
PUENTE LA REINA | |||
Categoría |
Villa
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Superficie en km2 |
39,7
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Distancia a Pamplona |
24
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Altitud |
347
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Habitantes |
2.843
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Situación:
Limita al norte con los municipios de Belascoáin, Zabalza y Cizur, al este con los de Legarda y Obanos, al sur con los de Mendigorría y al oeste con los Mañeru, Artazu y Guirguillano.
Su borde occidental se ve atravesado por el río Arga y el núcleo poblacional por uno de sus afluentes el río Robo
Historia
Junto al puente del Arga, que le dio nombre y sobre el camino de peregrinación a Santiago, se había desarrollado ya hacia 1090 un núcleo de repobladores “francos”. El rey Alfonso I el Batallador les asignó un término y les otorgó el fuero de Estella (1122). Tuvieron bienes en el lugar los monasterios de Leyre e Irache y, sobre todo, la Orden del Temple (1146), cuyo convento del Crucifijo pasó a comienzos del siglo XIV a los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén. Como buena villa, tuvo siempre asiento en las Cortes del reino. Los soberanos Catalina y Juan III de Albret le concedieron los privilegios de feria anual y de mercado semanal (1498). Su término fue ampliado primero (1416) con los lugares de Zubiurrutia y Gomaciain, y modernamente (1846) los de Ecoyen, Sarría, Sotés y Villanueva.
Puente padeció, como tantos pueblos de Navarra, las guerras de los siglos XVIII y XIX, pero en su caso pesaron particularmente las de Independencia y carlista, en que se libraron en su entorno y sus mismas calles distintas acciones.
Hubo dos hospitales en Puente la Reina. El más antiguo, que inicialmente fue de los Templarios y con posterioridad perteneció a los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, se remonta a los siglos X y XI. En 1448 bajo el reinado de Juan II, el Gran Prior de la Orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, Juan de Beaumont, estableció el levantamiento de otro Hospital en el mismo lugar donde estaba el anterior construido por los Templarios. Fue un hospital de peregrinos, ya que se hallaba en el camino de Santiago, pero se tienen pocas noticias sobre sus actividades.
También existió el hospital llamado del Crucifijo, conocido gracias a un documento del Príncipe de Viana, fechado el 6 de febrero de 1448. El propio Príncipe de Viana, que era cofrade, hizo al hospital la donación del lugar conocido con el nombre de Soracoiz. Tuvo este hospital gran importancia durante los siglos XV y XVI. Con posterioridad y por falta de uso, tanto el convento como hospital, se quedaron en estado ruinoso.
Por otra parte, es necesario hacer mención del denominado Hospital de la villa, desde el año 1556. Al cuidado de los enfermos se hallaba una mujer hospitalera. En el año 1857 el hospital se trasladó a otro lugar y el edificio viejo fue destinado, por Orden de la Junta de Beneficencia Municipal, a hospicio para transeúntes pobres. Más tarde se hicieron cargo del mismo las Hijas de Santa Ana.