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Tras la Pascua de Resurrección, el socialcomunismo sigue “haciendo la pascua”

Pasó la Semana Santa, cada vez más convertida en un acontecimiento turístico y “fiestero” que en una manifestación del sentimiento religioso de los ciudadanos, y volvemos al “aquelarre” de la política, nacional y extranjera, en la que hay que destacar especialmente, por próxima, la primera.

Mientras la Semana Santa termina con un gran día, el domingo de Pascua de Resurrección y se continúa, durante toda la semana siguiente, con la Octava de Pascua, nuestros “representantes” políticos no han tardado mucho en retomar su actividad preferida, “hacer la pascua” a muchos millones de ciudadanos españoles. Todo, para que unos cuantos sigan en el poder a costa de lo que sea y otros vayan consiguiendo prebendas injustas para garantizar la permanencia de los primeros. Y es que, como resumía hace unos días una colega de medio, que escribe como Linda Galmor: “La banda de Sánchez sabe que con él lo tienen todo: pesebre, instituciones, medios, presupuestos bizcochables… Sin Sánchez los fumigarán y es duro volver al chóped cuando has probado el jamón de bellota. Harán lo imposible por mantenerse en el machito”. Podríamos añadir a esa lista de generosas dádivas sanchistas, indultos, reformas exprés del Código Penal, ataques a la familia y a la naturaleza del individuo… Lo que haga falta para llevarnos a ese objetivo ideal de la Agenda 2030: “…no tendrás nada y serás feliz”.

Una macabra “armonía” de intereses, de los peores de cada familia política, que empezó con la introducción de una morcilla jurídica en una sentencia, “bien cocinada” por el candidato y sus “pinches”. Por cierto, introducida por un ¿juez?, incansable para el mal, José Ricardo de Prada, al que el Tribunal Supremo acaba de darle donde más duele. Le acaba de anular su sentencia absolutoria de la etarra Soledad Iparaguirre ‘Anboto’ por tres asesinatos en grado de tentativa, en el atentado con granadas del 21 de julio de 1997 contra una comisaría de Oviedo, por «importantes grietas de motivación y falta de coherencia». Pero no pasará nada y seguirá haciendo de las suyas en pro del socialismo y sus socios, si el guion lo exige.

Así, mientras la izquierda, siempre sectaria y populista, y sus medios de manipulación masiva, nos bombardeaban durante días con la posible imputación de Donald Trump –que curiosamente lo ha impulsado en su nueva candidatura a la presidencia, America first!– y la niña –ahora parece que nieta– de Ana Obregón, engendrada por vientre de alquiler, como si fueran esos los problemas que afectan a los españoles, el sátrapa que preside el ejecutivo anda a sus anchas, y a nuestra costa, por todo el mundo, entre viajes y mítines, mientras España sigue a la cola de casi todo lo positivo, en la mayor crisis económica, política, social y, sobre todo, moral, de los últimos 75 años. La última noticia en esta línea de récords negativos ha sido que somos el país con más paro general de la OCDE y el segundo en paro juvenil, pese a la trampa de los intermitentes fijos discontinuos. No entro hoy en la deuda y el déficit púbicos, disparados, mientras, nuestro poco amado “Lidl”, presume de PIB, duplicado y triplicado por Francia y Alemania, respectivamente.

Hemos presenciado el hecho insólito, comandado por el corifeo Pedro “Antonio Narciso…” y sus cinco cotorras ministeriales de siempre, de cuestionar la decisión de una empresa privada, Ferrovial, que finalmente se ha saldado con una victoria aplastante de su accionariado.  El 93’3% de los accionistas, ha apoyado la decisión de su Presidente, Rafael del Pino, de trasladar su sede social a Países Bajos, antes Holanda, dando un soberano varapalo al desgobierno Frankenstein, pero tampoco pasará nada por este nuevo intento de asalto a la economía de libre mercado. ¿Explicará la “viceprimera” y ministra de Economía, cada vez más “Nadie” Calviño, por qué ese amenazante interés en que la constructora no cambiase su sede social, cuando ya lo había hecho antes MEDIASET, sin que nadie del ejecutivo se pronunciara al respecto? ¡Ah!, que estos son parte de los medios de manipulación masiva que difunden nuestros mensajes oficialistas. Acabáramos…

Ha levantado astillas, populistas y demagogas, en la ecologista izquierda progre, la proposición de ley del gobierno andaluz, para regularizar una situación que viene de antiguo en el Parque Natural de Doñana. Una ley que pretende sustituir la sobreexplotación que, durante décadas de gobierno socialista en Andalucía, por cierto, se haya podido producir del famoso Acuífero 27, por el uso de agua superficial, proveniente del trasvase de unos 20 Hm³ de los ríos Tinto, Odiel y Piedras, que el presimiente PinócHEZ –otra mentira más– se comprometió a realizar con su Ley 10/18, nada más llegar al desgobierno a lomos de la “morcilla” antes citada. Se da la circunstancia, creo, de que los trasvases son competencia estatal, no autonómica. La verdad es que todo ese aprovechamiento populista del Parque de Doñana, del que Sánchez sólo debe saber que es donde se encuentra el palacete de Las Marismillas, donde, con familia y amiguetes, recala unos días en verano, a gastos pagados, huele a maniobra de distracción para desviar la atención sobre el Tito Berni y chanchullos varios del marido de la cesada directora de la Guardia Civil, María Gámez, conocida ya como la “Roldana”, de la que Libertad Digital publica que “su familia se hizo con el contrato público de asesoría a Santana Motor, sin licitación alguna» .  Otro digital, El Debate, revelaba hace pocos días que la mandada Meritxell Batet, colocada en el sillón presidencial del Congreso, “habría permitido el borrado de pruebas cruciales para saber a quién veía Tito Berni en el Congreso”, el diputado Juan Bernardo Fuentes Curbelo

Tampoco deja de producir lamentables noticias la aplicación de esa ley del Sólo sí es sí, que tan ardientemente defendían “su sanchidad” y compañeros de contubernio. Cuando se aprobó, Sánchez la definió como “una ley de vanguardia, que tiene como principal objetivo, reforzar la seguridad de las mujeres frente a las agresiones sexuales. Estamos yendo en el camino correcto y celebramos que las mujeres están más protegidas”. No se quedó atrás una exultante –insultante, diría yo– Irene Montero de PabLenin, su principal impulsora: “Nos va a volver a situar como un referente internacional en materia de protección y garantía de los derechos de las mujeres” y, poco después, profetizaba: “Todavía no se conoce una sola reducción de pena y no se va a conocer. Es pura propaganda machista”. Pero, en poco más de siete meses, ya son 943 los violadores y/o pederastas beneficiados por esa aberración, que no “error”, como la califican algunos, y 104 los excarcelados. Quince días le bastaron al ejecutivo, con el apoyo de sus socios, para modificar el Código Penal para eliminar el delito de sedición e intentar minorar, para los suyos –esto no lo consiguió–, el de malversación, pero pasan los meses sin modificar esta ley nefasta. Ya nos dejó la solución el portavoz socialista en el Congreso, otro “Nadie”, en este caso de nombre Pachi: “Se modifica la ley y se les vuelve a encarcelar”, en otra demostración de lo atrevida que es la ignorancia, grande en este personaje. Pero, de modificación, nada de nada hasta hoy, aunque no sea con esa aplicación con carácter retroactivo. Y, de hacerse, parece que tendría que ser con el apoyo del Partido Popular, porque el podemismo y algún otro socio, no ceden.

No podía pasar una semana sin una nueva ocurrencia de la vicesegunda, la chulísima Yolanda Díaz, después de su bautizo, en la presentación de SUMAR, como aspirante a ser la “primera mujer presidente –presidenta, dijo ella, como buena “inclusivista”– del gobierno”. La que en su día nos dijo que había que “cambiar el concepto Patria por el de Matria”, decía el otro día, en una entrevista en uno de sus medios afines, eldiario.es, que “los hombres de izquierda son un peñazo… que me tienen hasta aquí” –he de decir que se llevó las manos a la cabeza–  (minuto 40’ 55’’).

Otra compañera de Blog, Anna Castell, avisa de una maniobra más, que parece tener también marcado carácter electoralista: “Sánchez prepara una ley de la función pública, con una disposición que otorga al Gobierno total discrecionalidad, o sea arbitrariedad, para crear, cambiar, suprimir, cuerpos de la administración del Estado… en Román paladino: crear una administración a su imagen y semejanza formada por afines y subordinados, para controlar al próximo gobierno en la eventualidad de que no sea sanchista”. Este artículo me ha hecho recordar otro que, sobre la función pública, escribí allá por junio de 2016, en el que exponía mi opinión sobre este asunto: Decía, entre otras cosas, que era necesaria, y urgente, una modificación de la Ley de la Función Pública que, desde mi punto de vista, debía contemplar un par de aspectos, para mí, fundamentales, a la vista del crecimiento disparado que venía experimentando este capítulo en los PGE y su desproporción respecto al empleo privado: “Congelación de ofertas de empleo público, salvo aquellas excepcionales que sirvan para reponer bajas imprescindibles en puestos cualificados, por jubilación o muerte, amortizando todas las bajas que se vayan produciendo en el resto del funcionariado. Coordinación de la Función Pública a nivel nacional con la autonómica”.

Esta exagerada creación de empleo público ha sido otra de las consecuencias, no demasiado positivas, del actual régimen democrático y autonómico. Claro que ya decía aquella destacada ministra de varias épocas socialistas, mi paisana Carmen Calvo que “el dinero público no es de nadie”. Y con estos socialistas, que parecen estar de acuerdo con esa “máxima”, me temo que habrá que cambiar el conocido dicho de “Hacienda somos todos” por el de “Hacienda es nuestra”, que se pone de manifiesto cuando depende de ellos, ya sea con un ministro de alto nivel, intelectual y profesional, como el desaparecido Miguel Boyer o, mucho más evidente y zafio, cuando al frente está una “omaíta” andaluza, Marisú Montero, sin la gracia del personaje que ofrecían Los Morancos: “¿Qué son 1.200 millones, chiqui?”. Esta última, ha hecho buenos a todos sus predecesores del ramo, incluso socialistas, y eso que los ha habido nefastos: “España es el país en el que es más fácil hacerse rico, en menos tiempo”, que decía aquel navarro de Tafalla, Carlos Solchaga –se le conocía con otro apelativo, no toponímico precisamente–. Le faltó añadir, aunque puede que lo pensara: “sobre todo si eres político”. Lo curioso y, sobre todo, preocupante es lo que apuntaba una tuitera aludiendo al conocido pasaje de la Semana Santa en el que Poncio Pilato sometía al pueblo la liberación de Jesús o la del ladrón Barrabás: “Dos mil años después, el pueblo sigue eligiendo a los ladrones”, al menos más de los que debieran, añado.

Ya queda menos para demostrar que algo puede cambiar.

Antonio De la Torre,  licenciado en Geología, técnico y directivo de empresa. Analista de opinión.

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