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Entre felones, siempre hay un parche más para completar la felonía

Comenzaba este artículo el pasado miércoles, día 4, fecha conmemorativa del primer aniversario de la notable victoria electoral de Isabel Díaz Ayuso en las elecciones que tuvo que adelantar “gracias” a ese socio que la acompañaba de zancadilla en zancadilla, un tal Ignacio Aguado, de triste recuerdo y peor trayectoria. Después, por una serie de circunstancias que no vienen al caso, lo fui dejando y retomo mi reflexión hoy, lo que, como es lógico da para algunas cosas más de las que hasta entonces habían sucedido, por lo que habrá que resumir un poco más. Pero dejando constancia de que, sólo citarlos, los despropósitos de este desgobierno en  poco más de una semana darían para un libro.

En cualquier caso y por eso de que “Todos los santos tienen octava”, y no iban a ser menos los cumpleaños, empiezo por felicitar a la Presidente –el o la que preside, es presidente, por mucho que el argot popular haya incorporado el femenino cuando es una mujer la que ejerce esa acción–. Felicitación que no puede ir exenta de un enorme agradecimiento, porque consiguió que PabLenin Iglesias, el “abrazador llorón” del felón, dimitiera de la vicepresidencia del gobierno, primero, y abandonara la política activa, a continuación, tras su rotundo fracaso autonómico, junto con el de los otros partidos de izquierdas, Ciudadanos incluido –que desapareció en Madrid y no, por más moderado, deja de ser de centro izquierda–. Además, el haber conseguido sumar más que las tres opciones de izquierda juntas, PSOE, Más Madrid y Podemos, al tiempo que VOX se quedó como estaba, permitió un Gobierno en solitario que era lo mejor para la Comunidad de Madrid, motor principal hoy de la economía nacional.

También, es un buen momento para recordar el aniversario de una gesta, el 2 de Mayo de 1808, de las que quiere olvidar la nueva ley de deseducación, esa “LOMLAÁ” –‘contracción’ fácil de entender, supongo– que premió a su autora con una embajada en el Vaticano, que ahora pretende “empezar” nuestra Historia en 1812. Y cómo no, al final habrá que dedicar unas líneas a la pequeña luz que se abre en el horizonte político, ¡ojalá!, pero vamos por partes.

Quizás el tema relevante de los últimos días ha sido, sin duda, el asalto a los móviles del presimiente del desgobierno y de su ministra de Defensa, pero tal vez lo que más sorprenda haya sido que hemos tardado un año en enterarnos y, más curioso aún, por una rueda de prensa “urgente”, convocada por el nuevo “cerebro” de la Moncloa, Félix Bolaños, a la sazón, ministro de Presidencia. Se dice que ese ataque a la intimidad de nuestros “garantes de la seguridad”, entre otras garantías, fue doble –los dos en Mayo del año pasado– en el móvil del doctor Plagio cum Fraude, del que obtuvo 2’5 gigas de información, y sencillo –en Junio de 2021 también– en el de la ministra responsable del CNI, Margarita Robles, del que “sólo” pescaron 130 megas. Una diferencia notable, que puede no ser tanta, en cuanto a información sensible, si tenemos en cuenta que puede que buena parte del contenido del móvil de Falconeti fueran selfies, que tanto le gustan y ocupan mucha  memoria. Fuera de bromas, deja muchas dudas la forma de dar a conocer este gravísimo hecho y también el momento –o incluso la fecha de hacerlo– del emisario que se apresuró a afirmar que «Tenemos la seguridad de que es un ataque externo», sobre el que muchas fuentes apuntan a Marruecos. Justo después de que se supiera que se había espiado, por el mismo procedimiento, a 60 nacionalistas catalanes implicados en el golpe de Estado de 2017, algo que hizo saltar las alarmas de la alianza en cuyas manos ”nunca pondría la gobernabilidad del estado”. Y también poco después de que la que, en palabras de Macarena Olona, “prostituye” el Congreso, Meritxell Batet, se sacara de su, para algunas cosas, laxa manga, la modificación de la Comisión de Secretos Oficiales (CSO), en la que da entrada a los socios preferentes que todavía no estaban, los nacionalistas, vascos y catalanes. Claro, que tampoco iban a pactar con BILDU: “…si quiere se lo repito cinco veces. O veinte”, pero recordemos lo que, más o menos cuando el software Pegasus entraba, decía el incomparable Pachi López “Nadie”: ”Hemos pactado con BILDU porque el PP es indecente”. Y habría que añadir: «Le dijo la sartén al cazo, ¡quítate que me tiznas!». Menuda panda de impresentables se esconden bajo el paraguas de la PSOE. Está claro que estamos “gobernados” –perdón por la hipérbole– por una impresentable banda de irresponsables, pero con una diferencia entre ellos y sus apoyos, los socialistas mienten, mientras que sus socios no engañan a nadie, salvo al “soportado”. El problema es que este Pinocho Sánc-HEZ se apoya en ellos y en el resto de enemigos de España. Los mismos que intentaron romperla en 1934-34 y volvieron a las andadas en los 60, matando inocentes a traición y, desde 1980, pasito a pasito hasta declarar otro golpe de Estado en 2017. Y vuelta la burra (el PSOE) al trigo, con tal de conservar el poder “como sea”, que diría el que empezó la ruptura en España, un tal José Luis Rodríguez, al que el yerno del “empresario” Gómez clona y supera.

También es curioso, cuando menos, que el departamento responsable de la seguridad de esos móviles, la Secretaría Técnica de Tecnologías de las Comunicaciones, depende de la Secretaría General de la Presidencia del Gobierno, a cargo precisamente Félix Bolaños cuando se infectaron los citados teléfonos. En su política de fuegos artificiales, la intrusión en la seguridad del Estado abría una presunta “guerra” entre Robles y Bolaños, que dejaba con el trasero al aire a la directora del Centro, Paz Esteban, dependiente de la primera, con cuya cabeza podía zanjarse el asunto, pese a que los socios “amenazaban” con romper las alianzas si no cesaban o dimitía la titular de Defensa. Pero lo dicho, todo humo, para acabar convocando un reunión de la antes citada CSO, con la comparecencia de la directora del CNI y la presencia de sus diez componentes que, nada más terminar, parece que se transforma en la “Comisión de Secretos a voces”. Alguien, supuestamente de los que estuvieron presentes, según recogen los medios, debió filtrar que la Sra. Esteban habría dicho que se espió a 18 independentistas, con autorización judicial. Lo que deja sin soporte las otras 42 supuestas violaciones y abre otra “grieta” de malestar en el socio catalán, que no necesitará Betadine para restañarse, porque a nadie le interesa la única crisis de gobierno que necesita España, la disolución de las cámaras y la convocatoria de unas elecciones generales anticipadas. Y una cuestión más que queda en el aire, la posible relación –o no– de una extraña ayuda de 30 millones de euros a Marruecos que el consejo de ministros, ministras y “ministres”, aprobó un día antes del primer asalto al móvil de Pedro Sánchez, en mayo de 2021. Lo peor de todo y cuyas consecuencias no podemos valorar todavía es el ridículo internacional de nuestros representantes políticos, en vísperas de la celebración de la cumbre de la OTAN prevista para los próximos 29 y 30 Junio.

Del desastre económico en el que, también, nos está dejando este gobierno Frankestein, no han sido pocos los datos que hemos visto los últimos días. Aunque se ha querido suavizar con una pequeña bajada del IPC general, que se sitúa en el 8’4%, la realidad es que el importante, la inflación subyacente, que es la que mide la cesta de la compra, se sitúa en el 4’4%, el nivel más alto desde 1995. Como lo han querido maquillar con una supuesta creación de empleo que, si se analiza, se sustente en la creación de 214.900 empleos públicos –que ya se acerca a los 3’5 millones–, mientras se perdían 100.100 en el privado. Y no sé si más importante, pero mucho en cualquier caso, el gobierno recorta un 2,7% la previsión del PIB para 2022, desde el ya rebajado del 7% a un exiguo 4’3%, mientras la deuda pública absoluta sigue creciendo en 200.000 millones de euros en los dos últimos años. Y ni rastro de una potencial bajada de impuestos que alivie el bolsillo del contribuyente, pese a que, sólo en el primer trimestre de este año, la recaudación creció en más de 7.500 millones de euros. Y es que con el pretexto de no recortar el Estado de bienestar convertido en el bienestar de su estado, la voracidad impositiva no da tregua. Por su parte, se ha sabido que el presupuesto del Congreso, Senado y las 17 cámaras autonómicas creció un 22% en siete años y su factura asciende a 625 millones en 2022, todo un récord de 344.000 € –283.000 en 2015– por parlamentario nacional y autonómico, en total 1.817 “señorías”. Pero, como decía en un artículo anterior, mi “Marisú” Montero y la que parecía tener mejor cabeza y prestigio económicos, Nadia Calviño, son así y no iban a sorprendernos a estas alturas. Y, mucho menos, a defraudar a los socios que, “con alfileres”,  los sujetan en el poder y en el Falcon. Y como también decía en otro momento, los que acompañan en el esperpento y el despropósito a un miserable que traiciona a los españoles son, cuando menos, de la misma ralea.

Termino con algo que apunta a positivo y es que hasta lo peor, como Tele 5, puede ofrecerer algo bueno. En este caso, el almuerzo en casa de Bertín Osborne con Alberto Núñez Feijóo que, en mi opinión, estuvo muy bien, demostrando que llega con bagaje político y de gestión. Se sumaron después Isabel Díaz Ayuso y Juanma Moreno, tres pilares que hacían falta en el Partido Popular después de la decepción de los que llegan sin currículum. Los tres han demostrado y demuestran que saben donde están y lo que hacen. Hay que recuperar el voto desencantado para no necesitar, como en Madrid, más allá de algún acuerdo específico y esporádico y gobernar solos, en Andalucía y en España. En esa línea, una buena amiga malagueña me enviaba este mensaje: “Una de las páginas en las que estoy era de afiliados de VOX, que ahora se han dado de baja y se han afiliado al PP. Así que ahora estoy en una página del PP”. Mi respuesta no podía ser más que ésta: “A ver si se recupera la normalidad. VOX, visto el fiasco de sus orígenes, se convirtió en una anomalía en sí mismo. Sin fondo ni proyecto –fuera de decir lo que algunos quieren oír, salvo la supervivencia de su líder y el asidero de resentidos y arribistas, que no dudaron en jugar con los sentimientos del desencanto. Culpa de Rajoy y algunos otros, sin duda, pero ya no está y hay que ser pragmáticos. El mal menor es mejor que los males sobrevenidos, aunque no guste del todo. Espero que se haya aprendido la lección”. Y añado también que si seguimos buscando la perfección, sin tener en cuenta que “lo perfecto es enemigo de lo bueno”, nos puede pasar lo que a Santa Teresa, que se murió buscándola. Eso sí, llegó a santa, lo que dudo que sea repetible en nuestro caso.

Para acabar, algo de lo que la Presidente madrileña decía ayer en Alcobendas, en el cierre de su campaña a la Presidencia del PP de Madrid, que por fin se desbloquea tras la salida del tándem palentino-murciano de muy triste recuerdo: “No nos gusta el comunismo, el nacionalismo… la imposición…” y, en relación a los socios antes citados: ““No van a romper socialismo y nacionalismo. Mientras dure Sánchez, durará el nacionalismo ¿dónde van a ir solos?”.

Por último, una frase a posibles conversos, que se animen a volver o incluso a apostar, desde otras tendencias, por la única alternativa, que encontré por esas “fructíferas” redes, no siempre positivas, pero que de vez en cuando dejan algo bueno: «No naciste tonto, sólo estás adoctrinado».

Antonio De la Torre, licenciado en Geología, técnico y directivo de empresa. Analista de opinión.

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