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¿Ni un tonto más o la teoría de los vasos comunicantes llevada a lo “social”?

Empieza el año como acabó el anterior, pero tirando a peor, ya que a la mala situación de lo que cada vez más llaman “plandemia”, tercera ola dicen ahora, se unen los efectos de la borrasca Filomena y sus nevadas, a la que le viene bien la segunda parte del conocido libro de Gonzalo Torrente Ballester “Filomeno a mi pesar”, que me recordó el feo nombre que le ha tocado en suerte a este temporal.

No faltan noticias que, por sí solas, darían para varios artículos. Por ejemplo la penúltima de Salvador Illa al que, en una simetría verbal de su compañera de “Igual-da”, le “da-igual” la ventaja de su bicefalia ministro-candidato a tiempo parcial, en Cataluña. O el “profético” Fernando Simón que, casi un año después de su primera y “acertada” previsión sobre el virus COVID: “En España, si acaso, se dará algún caso”, dice ahora que la “nueva” cepa inglesa “en caso de tener algún impacto, es marginal, al menos en nuestro país” -otro al que decir España le produce erisipela-. Notable también la gresca entre el cada día más alejado de su primer apellido, “Pequeño”-Marlaska, que no contento con batir el récord de negar la posibilidad de zona catastrófica para Madrid antes de saber si se va a pedir, se enfrenta con su colega de Defensa, Margarita Robles, por haber enviado a Madrid “sin avisar” a la UME -la única buena acción de José Luis Rodríguez ZParo en casi 8 años- parte de ese Ejército que “su Sanchidad” Falconeti pregonaba en 2014 que no era necesario y que, junto al disparo del coste de la energía desata una nueva “rebelión en la malavenida granja” de Moncloa, cuya portavoz/coz, la inestimable “Marisú” Montero” miente de nuevo culpando a Bruselas de la “imposibilidad de bajar el IVA” del consumo eléctrico. O la bajada de pantalones con Marruecos sobre la frontera canaria o con Gibraltar en La Línea de la Concepción, en una miserable cesión de fronteras y perdiendo una oportunidad histórica; los “presuntos” yihadistas armados detenidos en Barcelona; la liberación “por motivos humanitarios” del asesino de 22 inocentes, Antonio Troitiño, “vasco de pura cepa”, nacido en Palencia que “los vascos nacen donde les da la gana” o la traducción al vascuence inventado el ladrido de los perros que, de momento, respeta el maullido gatuno. Y…

Como sobran informaciones y comentarios al respecto, eso sí, casi todos en la línea que impone el guión de ese “Primerísimo” Poder que, apoyado por sus medios de comunicación -casi todos-, se impone hoy en el mundo a los tres clásicos de cualquier sistema democrático, que hace más de tres siglos y medio estableció el Barón de Montesquieu en “El espíritu de las leyes”, escribo más sobre las causas del despropósito que de sus efectos, aprovechando dos reflexiones anónimas que me llegaron a través de esas redes que, a veces, sorprenden con estas evidencias que deberían estar circulando a diario y repetidas megáfono en mano por la Oposición, a ver si algunos se enteran.

El primero, que copio literalmente con mínimos comentarios en letra no cursiva, era un resumen de 25 puntos titulado “Cómo funciona España, para dummies”, en inglés maniquí y también envase vacío, que en Español vendría a ser marioneta sin cerebro, hiperproducción creciente del sistema educativo que unos implantaron y otros no supieron corregir y mejorar en lo esencial:

“1.- Algunos creen que en España hay socialdemócratas, conservadores o liberales; se equivocan -tal vez fue la idea inicial-. El Estado Español es una estructura de saqueo y expolio a las clases medias, con un sistema impositivo cuyo único objetivo es robar todo lo posible a la parte productiva de la sociedad.
2.- El sistema impositivo explota, saquea y roba, con un impresionante despliegue técnico, humano y propagandístico. En Hacienda están los mejores profesionales, tienen los mejores ordenadores y el resto de la administración son servicios auxiliares de Hacienda.
3.- El dinero recaudado va a dos grupos: una clase dirigente y una red clientelar de electores que le da soporte.
4.- Esas clases privilegiadas: partidos políticos, sindicatos, altos funcionarios y algunas grandes empresas, tienen por objeto maximizar el expolio mientras que se desprecia y se subestima el propio sistema productivo.
5.- Se desprecia al empresario de éxito, se entorpece la innovación y  se impone un esquema de valores en que el enriquecimiento honrado es moralmente criticable.
6.- El desarrollo del régimen actual nace en los 80 con el PSOE. Sus primeras acciones se orientaron a invadir el sistema educativo, inflar la administración y dar a los políticos el control de las cajas de ahorro, mientras desindustrializaba el país.
7.- A la vez, se diseña un sistema para que los políticos continúen cobrando de los consejos de administración de la grandes empresas, que en muchos casos sirven de enlace con la clase política.
8.- De 800.000 funcionarios se ha pasado a casi tres millones y medio, de los cuales sanidad y educación representan un millón doscientos mil, con una clara inflación de centros universitarios, mala calidad educativa y un gasto sanitario por habitante más bien bajo.
Y añado yo que los escasos 700.000 empleados públicos de 1975, daban servicio a 37 millones de españoles, mientras que los más de 3 de ahora, no todos pero sí el sistema, esquilman a 47 millones, es decir un crecimiento del 25% de la población supuso un 500% del de la Administración, en números redondos y con muchos más medios técnicos, para más inri. Eso se llama “eficiencia”.
9.-El PP, cuando toma el poder, no desmonta todo el aparato de saqueo que se encuentra, sino que se aprovecha de él, simplemente toma el relevo.
Matizable, pero real en cuanto al desmontaje.
10.- A todo esto hay que añadir un cuarto poder que en la práctica no es más que un formidable aparato propagandístico de una clase en que el sentido crítico, el análisis imparcial y la objetividad han desaparecido por completo, mientras toma su parte de los presupuestos públicos.
11.- Como el dinero que da la economía del país viene corto, se ha ido generando un enorme endeudamiento público que pone al país a merced de sus acreedores y absorbe el ahorro privado.
Hoy superior al 100% del PIB, más de un billón de euros, de los de doce ceros, añado.
12.- El español medio, un auténtico ignorante político, permite que se utilice su dinero en pagar toda una maraña corrupta que en buena medida está orientada a engañarlo.
13.- Nos quieren hacer creer que corrupción es meter la mano en la caja pero no es así: fundaciones, organismos inútiles, cargos absurdos y redes clientelares representan muchísimo más dinero y tienen un objetivo igual de abyecto, o más, que el robo.
14.- El elemento más obsceno de la corrupción del sistema es el manejo de los medios de comunicación públicos y el permanente soborno a los medios privados junto con la galopante degeneración y uso propagandístico del sistema educativo.
15.- Las autonomías no se han orientado a una mejor gestión. Su prioridad es la manipulación de los medios de comunicación y de las mentes vía sistema educativo. En las autonomías más identitarias esto es mucho más evidente: lavado de cerebro a costa de lo que sea.
O sea, clientelismo puro y duro.
16.- Los costes de todo esto son enormes: un sistema productivo menguante y una productividad estancada desde hace 15 años.
17.- España va alejándose poco a poco de los niveles de renta de los cinco grandes de la Unión Europea.
18.- La corrupción y la mala gestión se ve a simple vista si sabes mirar. La carestía de la vivienda, la alta factura de la electricidad, la falta de oportunidades, la inflación de leyes, la pesada burocracia, la poca innovación o los salarios bajos son fruto del saqueo.
19.- El deterioro de lo que llaman algunos ‘el contrato social’ es clamoroso. No existe ya igualdad frente a la ley, protección de la propiedad privada, ni presunción de inocencia
-para algunos, claro-.
20.- Defender la igualdad frente a la ley llega a ser un acto de subversión.
21.- El Estado ya se inhibe de los elementos más elementales de los principios hobbesianos y se preocupa solamente de sí mismo y de cómo distraer a los aún crédulos, del inmenso saqueo bajo el que están sometidos.
Y añado que Thomas Hobbes decía que Hay autoridad no cuando ganamos al otro, sino cuando conquistamos al otro”. Y en eso se afanan el Poderosísimo antes citado y sus “agencias” estatales.
22.- La ecología, la desigualdad, el feminismo, las acusaciones de fascismo,… no son más que cortinas de humo que intentan generar una respuesta emocional y, por tanto, irracional. O sea, Agenda 2030.
23.- Se evita un análisis racional y por eso llenan las televisiones de tarascas, verduleras y gañanes, que se desvían poco del insulto y el juicio de valor. El análisis racional ha sido totalmente desterrado, ni un solo intelectual tiene hueco ya en los medios.
Con muy escasas excepciones que molesten poco.
24.- Si queremos encontrar un modelo o algo similar a la España actual, solamente hay que mirar a Argentina. Si no estuviéramos en el euro, los niveles de inflación serían galopantes.
25.- Así que aquí estamos, hasta que no nos sacudamos a esos parásitos de encima, seguiremos en una sociedad mediocre, irrelevante y continuará el deterioro económico y moral.”

Terminaba con esta afirmación: “A muchos les han convencido para llamar a esto *Progresismo* y se lo han creído, incluso son capaces de enfrentarse con cualquiera por defender la idea.”

Leído lo anterior, para mí incuestionable e incluso ampliable, si bien mucho de lo expuesto admite matices, toma cuerpo la segunda reflexión anónima, que escribe “Un español ” de mi quinta, que bien podría haber sido yo, pero que me limito a suscribirlo y que tituló así: “Yo quiero aquella dictadura y no esta democracia”:

“Voy a cumplir 70 años, he vivido en una Dictadura donde los ciudadanos se casaban entre los 21 y 24 años de edad  y se compraban una vivienda con hipotecas a pagar en 10 años, no como ahora que cuesta pagarla 40. Lo hacían la mayoría con un sueldo (ahora muchos no pueden ni con dos). A los 18 años me saqué mi carnet de conducir y me compré mi primer coche, a los 22 comencé a hacerme mi primera vivienda (con sólo mi sueldo), viví una infancia maravillosa, una juventud excelente, todo ello en esa Dictadura tan mala. Jamás vi 23 Ministerios, ni 18 Gobiernos-más 2, añadiré, con Ceuta y Melilla-, viajé por toda España, en toda ella ondeaba una sola bandera, la de España, se hablaba un idioma, el Español, los ciudadanos teníamos los mismos derechos y obligaciones en todo nuestro territorio. Había un enorme respeto a las fuerzas de seguridad, a la familia… Ésta se componía de marido, mujer e hijos, yo he tenido tres, se nos educaba en valores, en cualquier medio de transporte se cedía los asientos a mayores, embarazadas y personas que se viera la necesidad de ese asiento, había respeto y educación. Las drogas (aunque algún caso hubiera) solo las conocíamos en las películas, a nuestros mayores los atendíamos mayoritariamente en nuestras casas. España, en tiempos de esa Dictadura, se posicionó como la octava potencia del mundo, la cuarta en construcción de grandes buques, no pagábamos apenas impuestos y se construyeron 4.500.000 viviendas para los españoles. Se hicieron cientos de pantanos, se podía salir a eventos y volver a casa a los tres de la madrugada y nadie nos asaltaba, los vecinos eran la familia más cercana que teníamos todos y nos ayudábamos, y por supuesto, ningún okupa nos quitaba nuestra casa.
Ahora dicen que  vivimos en una democracia, que según los políticos es “lo más de lo más”. Pero será para ellos, pues tenemos  un gobierno que en aquella época se le habría aplicado la Ley de Vagos y Maleantes y encima tenemos que taparnos la cara con una máscara como si fuéramos delincuentes. Impera el odio, la envidia, el revanchismo, entre Pedro y Pablo han vuelto a dividir de nuevo a los españoles, están a punto de hacer desaparecer la clase media y la monarquía, España está en ruinas y ya mismo nos meterán en la cárcel por decir que con Franco se vivía mejor”.
Como en el anterior, se puede matizar lo que dice, pero creo que es muy poco cuestionable.  

Volviendo al título de mi artículo y después de repasar lo que decía en el segundo párrafo sobre nuestra actualidad y vistas las dos reflexiones reproducidas, me atrevo a afirmar que lo de “No cabe un tonto más” que tanto se oye por desgracia, últimamente, no es que la piel de toro y sus islas den de sí y sigan cabiendo, que ya sería malo, sino que se cumple la teoría de los vasos comunicantes llevada a lo “social” y cada día pasan más del vaso bueno al malo, y seguirá en esa línea mientras no se cambie de una vez el sistema educativo productor de borregos incultos

Termino aludiendo al conocido refrán del “Año de nieves, año de bienes”, que este año lo tiene difícil con lo que heredamos del pasado y en manos de estos socios que siguen al pie de la letra la Ley de Murphy: “Toda situación mala es susceptible de empeorar”. Pero me voy a atrever a pedirle un deseo y es que al próximo fenómeno meteorológico lo bauticen con Macarena, a ver si, como dice la conocida canción, nos trae “alegría y cosas buenas”.

Antonio de la Torre, licenciado en Geología, técnico y directivo de empresa. Analista de opinión

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