Pablo Iglesias en el Congreso. Fotograma Podemos.
El líder podemita, Pablo iglesias, actual vicepresidente del Gobierno, apostaba ayer claramente por un Estado republicano para España. O sea convertir a España en una “república plurinacional y solidaria”
Hoy parece que está de moda defender los valores republicanos como algo progresista, algo moderno. Tal defensa de una República, como forma de Gobierno, contrasta con el espíritu de este país, por tradición, eminentemente monárquico.
Salvo dos periodos republicanos, además de infausto recuerdo para los españoles, este país ha sido siempre defensor de la Monarquía como forma de Gobierno. La Constitución de 1978, última de nuestra historia y votada mayoritariamente por los españoles, establece también como forma de Gobierno la Monarquía parlamentaria.
Pedir una República no casa con los valores tradicionales de este país. Iglesias y compañía lo piden sí, pero ahí se quedan, aunque, quién sabe, algunos hablan de un Felipe VI, transformado en un presidente republicano de la III República española.
Ahí queda eso.
