El anuncio de UPN de que va a unificar su lista electoral también con Ciudadanos avisa de una apuesta clara por conseguir los escaños suficientes en el Parlamento Foral para acceder al gobierno de Navarra.
Y es que las próximas elecciones, aquí en Navarra, hay en juego dos maneras de pensar, una la de la pervivencia de Navarra como Comunidad Foral única e independiente; y otra en la que dicha Comunidad Foral se diluye en otra Comunidad Autónoma, la Vasca.
Los números ahí están, un cuatripartito, que continúa con sus políticas identitarias, en las que su famoso batúa es su piedra de toque, y por el que hay que incluirlo hasta en la sopa, pese a no hablarlo ni el 7% de la población navarra; y, ahora, un tripartito (a la espera de PSN), con el que se pretende que Navarra siga siendo lo que es, una Comunidad libre, con personalidad y singularidad propias.
El «hartazgo» de las políticas identitarias vascas de este gobierno navarro ha podido provocar estas uniones. Navarra se ha convertido en la joya de la Corona del movimiento nacional vasco. Cuatro años más de gobierno identitario, como el que hay en estos momentos, podría hacer desaparecer la identidad navarra.
Por otro lado, no debería extrañar esta Unión política. Otros como el cuatripartito ya se han unido para ir juntos al Senado, Geroa Bai con PNV para el Congreso, en un intento claro de hacer perder la mayoría que tiene el PP en esta cámara de representación territorial e incluso Bildu, el partido que hoy dirige los destinos de Navarra, formará grupo propio con ERC, en el Congreso.
Las críticas surgidas nacen en un intento de desprestigiar dicha Unión electoral que podría, quién sabe, hacer perder el gobierno navarro al Nacionalismo Vasco.
Ciudadanos para defender la foralidad y el concierto navarro, jajaja