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La Escuela Taller de Cantería, dentro de su obra social en beneficio de la ciudad, ha culminado la restauración de un espacio de la Ciudadela, el patio de una casamata, en los restos del Baluarte de la Victoria, uno de los siete de la fortificación
Los 15 alumnos de esta iniciativa formativa, cofinanciada por el Servicio Navarro de Empleo, se han encargado de rejuntar los muros, limpiar 525 m2 de lienzo de muralla, tanto de vegetación, como de pintadas eliminando estas últimas con chorros de agua a presión controlada. En la parte superior de la puerta de acceso al patio, tras retirar la vegetación, desmontaron la coronación del muro de la que finalmente se han podido recuperar todas las piedras al no haber ninguna fracturada. La Escuela Taller levantó las cuatro hiladas que estaban movidas por el empuje de las raíces de los árboles, y una vez retirada de ese espacio la vegetación no adecuada, se volvieron a colocar las piedras, usando hormigón ciclópeo para garantizar su estabilidad.
Además del alumnado de la Escuela Taller de Cantería eliminó la vegetación que cubría el suelo los 280 m2 de patio y, bajo los 20 cms. de tierra vegetal, realizaron dos hallazgos. El primero fue la aparición de un pavimento original de cantos rodados de río que en esta intervención se ha limpiado, y al que se le han saneado las juntas y repuesto piezas en algunas zonas. La segunda sorpresa fue la existencia de dos arquetas de piedra bajo las que había una canalización, tipo mineta, de dimensiones variables (aproximadamente 80 cms de alto por 60 cms de ancho).
A solicitud del Ayuntamiento de Pamplona técnicos de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona introdujeron una cámara móvil en la mineta para analizar su estado y tamaño. En el examen se comprobó que uno de los ramales salía hacia el exterior de la muralla y que el otro se metía al interior del recinto fortificado. Al parecer esa galería podría ser de la misma fecha de la ejecución de la Ciudadela y entre los usos posibles que se barajan para ella está el que hubiera servido para la canalización de las aguas pluviales interiores del recinto fortificado.
Como se preveía en el proyecto de intervención, en el túnel que permite acceder a la casamata contigua al patio se ha colocado un pavimento, también de canto rodado. Así, se ha adecuado un pasaje de poco más de tres metros de largo y con pendiente, que acaba en un elemento de rejería. Todos estos trabajos los han realizado los alumnos de Cantería, siempre bajo la supervisión de sus monitores y con el asesoramiento del arquitecto municipal responsable.
La Ciudadela cuenta con siete patios bajos, tres que se han mantenido en un estado de conservación adecuado y cuatro en los que se ha tenido que intervenir, el último de todos el visitado hoya. Del conjunto, tres tienen salida a los fosos, es decir mantienen puertas en sus extremos. Pese a que dos de los patios durante mucho tiempo estuvieron en uso, hoy sólo se visita uno y siempre dentro de los recorridos guiados que organiza el Consistorio.