Unas cuarenta ovejas del rebaño de unas 600 ovejas que habría sido arrastrado por la crecida del río Aragón tras las últimas lluvias, a su paso por una finca situada en Cáseda, han aparecido muertas en un lugar inaccesible, según ha informado la Policía Foral.
Este mismo cuerpo ha indicado que hay otros grupos de ovejas en islotes una vez ha bajado el nivel de las aguas del río.
La Policía Foral ha alertado a la Confederación Hidrográfica del Ebro para su conocimiento, mientras se patrullan las orillas y presas de la zona con el fin de intentar localizar los animales.