El abono taurino de los Sanfermines, que comienza mañana, presenta este año unos carteles muy abiertos, en los que habría tenido dificultades para repetir paseíllo hasta Pedro Romero, el protagonista de «Fiesta», la famosa novela de Ernest Hemingway que cumple noventa años desde su publicación.
Si en 1925, cuando Hemingway escribió el relato que internacionalizó la dionisíaca fiesta pamplonica, Pedro Romero, como el escritor norteamericano llamó al torero rondeño real Niño de la Palma, toreó cuatro de las cinco corridas de aquella feria en la recién estrenada Monumental, en esta edición son sólo dos espadas los que doblarán actuación: López Simón y Andres Roca Rey.
El madrileño y el peruano son dos jóvenes toreros que representan ahora mismo la más pujante novedad de un escalafón cada vez más necesitado de relevo generacional.
Tras salir a hombros en san Isidro, ambos serán así la base de un abono en el que la presencia de figuras es casi testimonial, con ausencias tan señaladas como las de José María Manzanares, Morante de la Puebla y Enrique Ponce, y con el Juli, Alejandro Talavante, Miguel Ángel Perera y Sebastián Castella anunciados una sola tarde, igual que el ídolo de las peñas, Juan José Padilla.
Los Sanfermines del 2016 se decantan, por tanto, como una de las ferias más abiertas del calendario, en la que tendrán ocasión de reivindicarse una larga lista de toreros de toda condición ante el siempre desmesurado toro que selecciona para su ruedo, y para el encierro, la Casa de Misericorida, que organiza los festejos.
En dicho apartado ganadero, tan importante siempre en esta plaza, destaca la vuelta tras varios años de ausencia de los toros gaditanos de Cebada Gago, que ostentan un sangriento récord en las calles de Pamplona tras haber ocasionado 46 cornadas en los 27 encierros que han protagonizado.
Otro de los hierros clásicos que también estará presente es el legendario de Miura, que en esta edición cumplirá cincuenta años ininterrumpidos lidiando en San Fermín. Y para celebrar la efeméride reaparecerá por un día para estoquear los toros «de la casa» el sobrino de los ganaderos, el matador Eduardo Dávila Miura, como ya hizo el año pasado en la Feria de Abril de Sevilla.
Para esta corrida está anunciado también Manuel Escribano, aunque todo hace indicar que la gestora de la plaza tendrá que buscarle un sustituto tras la gravísima cornada que sufrió el diestro sevillano en la pasada Feria de Hogueras de Alicante.
El resto de ganaderías anunciadas son varias de las ya habituales en Pamplona, como Fuente Ymbro, Jandilla, Victoriano del Río y Núñez del Cuvillo, a las que este año se suman las de José Escolar, como triunfadora de la pasada edición, y la debutante salmantina de Pedraza de Yeltes, que siempre lidia ejemplares de un tremendo volumen.
Antes de que estalle el chupinazo, mañana martes ya se abrirán las puertas de la plaza de toros para la celebración de una novillada en la que actuará el joven navarro Javier Marín, reciente triunfador en Las Ventas al igual que el mexicano Luis David Adame, quienes alternarán con el francés Andy Younes.
Y el miércoles, como ya clásico prólogo de las corridas sanfermineras, otro navarro ilustre como es el rejoneador Hermoso de Mendoza seguirá conquistando a caballo el templo del encierro, esta vez junto a Leonardo Hernández y su paisano Roberto Armendáriz.
Pero además de las corridas, la Casa de Misericorida también tiene preparadas sendas matinales de promoción de la tauromaquia entre los más jóvenes, que se celebran al margen del estruendo festivo y a las que se ha dado en llamar «Toros en familia».
El lunes 11 de julio serán los alumnos del Aula Taurina Diego Urdiales, de Arnedo (La Rioja) quienes enseñen a torear de salón a los niños pamploneses, mientras que el día 12 se celebrará un tentadero de claro acento navarro, con becerras de la tierra de la ganadería de Hermanas Azcona y los novilleros locales Odei Ruiz y Juan José Luri.
La oferta se antoja lo bastante interesante como para intentar contrarrestar en el ruedo el desmesurado alcance mediático de unos encierros conocidos en el mundo entero desde que hace noventa años Hemingway viviera la inquietante experiencia de correrlos para trasladarla después al papel. EFE
Paco Aguado.