El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha expresado su deseo de que en las próximas elecciones generales del 26J «no le salgan gratis» a Mariano Rajoy «sus recortes e incumplimientos».
«Lo que me diferencia de Rajoy es que tengo las ganas y la voluntad de poner en marcha el cambio que necesitamos», ha añadido Sánchez, para quien frente al «programa en A» con el que el PSOE concurre a las elecciones, el PP propone un «programa en B, el de las mentiras y las corrupciones» y «otros en A, B, C, D, lo que toque», en alusión a Podemos.
«El 26J no son unas elecciones más, porque aunque nos presentamos los mismos, de cara a la opinión pública no somos iguales», ha opinado Sánchez en un acto preelectoral celebrado en un abarrotado Polideportivo María Pardo de Torrelavega.
El candidato socialista, ha precisado que en los meses transcurridos desde los últimos comicios, «la gente ha visto lo que significa votar a unos o a otros» y que el PSOE «cumplió con la palabra dada dando un paso al frente y sometiéndose a la investidura», mientras que «otros frenaron el reloj del cambio».
«Mi mayor fracaso hubiera sido haberle dicho no al jefe del Estado», ha añadido Sánchez, quien se ha mostrado convencido de que el próximo 26 de junio «se cosechará un rotundo sí por el cambio, que solo puede ofrecer el PSOE».
El líder socialista ha alertado de que el «gran adversario» del PSOE es la abstención, por lo que a exhortado a pasar por las urnas, porque, a su juicio, «la desmotivación» jugaría a favor de quienes no están por cambiar las cosas en España.
Sánchez cree que el país tiene ante sí muchos desafíos, como el de la revolución tecnológica o el desempleo, ante los que hay tres tipos de actitudes, la de «apelar al miedo como Rajoy, la de romper con todo como Podemos o la de afrontarlos con honestidad y verdad, como defendemos los socialistas».
También ha reiterado que si gobierna España sus compromisos «serán firmes y con fechas» y que se someterá a una «cuestión de confianza» en el plazo de dos años. Y ha hecho hincapié en que el Gobierno que quiere liderar será «el de la honradez intransigente».
Al respecto ha prometido que promoverá leyes para «que la corrupción no se produzca nunca, que cuando se produzca, se persiga siempre caiga quien caiga y que quien se corrompa no solo entre en la cárcel, sino que devuelva lo robado».
El líder socialista ha cerrado así su visita a Cantabria, donde se ha reunido con el presidente de la comunidad autónoma, Miguel Ángel Revilla, quien tras el encuentro reconocía que tiene «cierto interés» en que Sánchez «tenga mucho éxito», porque es bueno que haya «sintonía» entre los ejecutivos autonómico y central.
Precisamente en esta sintonía se ha basado Sánchez para reclamar el voto no de solo aquellos cántabros que se sientan afines a las políticas que defienden el PSOE, sino también de los regionalistas, a los que se ha referido como «compañeros y aliados».
Al acto han asistido, además de consejeros del Gobierno de Cantabria y cargos socialistas, concejales del Partido Regionalista de Cantabria, socio del gobierno del PSOE tanto en Cantabria como en el Ayuntamiento de Torrelavega.