Los comicios son considerados un examen a la gran coalición de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y el Partido Socialdemócrata (SPD) vigente en Alemania desde finales de 2013 y a la gestión de la crisis de los refugiados por parte de la canciller, Angela Merkel, foco de las críticas en los últimos meses.
Revelarán también el apoyo con el que cuenta el partido populista de derechas Alternativa para Alemania (AfD), nacido hace tres años como fuerza euroescéptica y que basa ahora su discurso en el rechazo a la política de inmigración y asilo del Ejecutivo.
En las generales de 2013 AfD quedó fuera del Bundestag (Cámara Baja) al no conseguir el 5 % de los votos necesario para lograr escaños, pero en las europeas de 2014 se hizo con siete parlamentarios en Estrasburgo, aunque sólo dos mantienen sus siglas después de que el partido se rompiera en dos.
Tiene representantes ya en cinco estados federados y los sondeos vaticinan su entrada sin problemas en los tres parlamentos regionales que se eligen hoy, con hasta el 18 % de los votos en Sajonia-Anhalt, en el este del país.
Es el único de los tres estados en liza que gobierna la CDU, en una gran coalición con los socialdemócratas, a los que las encuestas auguran una importante pérdida de votos.
El SPD también espera sufrir en Baden-Wüttemberg, donde es socio minoritario en un gobierno dirigido por Los Verdes, que confían en reforzar su posición frente a la caída de los conservadores.
La esperanza de los socialdemócratas es conservar el poder en Renania-Palatinado, donde gobierna en coalición con los ecologistas, y donde las encuestas sitúan a corta distancia de su candidata y primera ministra, Malu Dreyer, a la cabeza de lista de la CDU, Julia Klöckner.
Los colegios electorales cerrarán a las 17.00 horas GMT en los tres estados. EFE