
El director gerente de la Hacienda Navarra, Luis Esáin Equiza, ha trasladado un mensaje de “tranquilidad” a los consultores y empresarios que han acudido esta tarde a una jornada informativa sobre la reforma fiscal.
El director gerente ha resaltado que los cambios tratan de volver al escenario fiscal de 2014, puesto que el contexto presupuestario es “muy preocupante”. Asimismo, ha subrayado que la modificación del impuesto de sociedades tendrá efectos “limitados”, puesto que grosso modo se aumenta el tipo a las grandes empresas, unas 700, para las que pasa del 25% al 28%. Los tipos de las PYMES y micropymes – 23% y 19% respectivamente- seguirán por debajo que en el Estado (ambas 25%) y la CAV. Y en cuanto a SAL y cooperativas, el tipo es del 17%. En el Estado no hay trato especial.
La jornada, que será clausurada por el consejero de Hacienda y Política Financiera, Mikel Aranburu, ha sido organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección, Deloitte, ARPA Abogados Consultores y Bankinter, en colaboración con la Confederación de Empresarios de Navarra.
La capacidad tributaria como base del autogobierno
Durante su intervención, Esáin ha explicado que desde 2010 Navarra ha perdido 771 millones de euros de capacidad de financiación porque se ha incrementado la aportación al Estado (de 236 millones de euros a 585) y el pago de intereses de la deuda pública (de 41 millones a 107), mientras que, por otro lado, el déficit máximo autorizado ha pasado de -484 a -127 millones. Esáin ha recalcado que a estas dificultades se suma la reforma fiscal de 2014, que detraerá 103 millones de la recaudación en 2015 y 2016.
El director gerente ha indicado que la capacidad tributaria de Navarra es la base del autogobierno. Los tributos representan el 97% de los ingresos no financieros, y aproximadamente el 6,6% de la recaudación total procede del impuesto de sociedades. Con la reforma fiscal, en términos de recaudación líquida, la Hacienda Foral ingresará aproximadamente en 2017 un 10% más por este tributo.