La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha respaldado la actuación de Mariano Rajoy ante el desafío catalán en una reunión en la que le ha pedido que, si gana las elecciones el 20D, aborde con prontitud la reforma del modelo de financiación, que cree que daña especialmente a la región.
Cifuentes y Rajoy se han reunido en el Palacio de La Moncloa durante más de una hora, una cita «muy constructiva, con mucha sintonía, desde la mayor de las lealtades y con espíritu de colaboración», en la que la presidenta ha visto al jefe del Ejecutivo «muy interesado» en el «enfoque social» de su acción de gobierno en la Comunidad.
El desafío soberanista ha copado «si no la mitad, buen rato» de la conversación, en la que Cifuentes ha expresado a Rajoy su apoyo a la línea que éste está siguiendo, que «más que una estrategia» es «actuar como el presidente de todos los españoles», reuniéndose con los líderes de todas las formaciones políticas, incluso algunas que no tienen representación en el Parlamento.
«Creo que es una estrategia acertada porque es inclusiva, busca que vayamos todos en la misma dirección», ha explicado, estrategia de la «unidad frente a quienes plantean de manera unilateral la secesión de una parte de España y están haciéndolo al margen completamente de la Constitución y del sistema legal».
La presidenta madrileña ha afirmado que el sentido del autogobierno no es dividir ni diluir la cohesión territorial, sino resolver los problemas de los ciudadanos «sin generarles riesgos mayores ni tensiones».
«Quien piense que defiende mejor a sus ciudadanos mediante la confrontación se equivoca profundamente y no dice la verdad» a sus administrados, ha dicho, tras subrayar que hay que explorar todas las vías antes de llegar a utilizar el artículo 155 de la Constitución, aunque ha recordado que es un mecanismo legal.
Cifuentes ha dicho que ha encontrado a Rajoy «no preocupado, sino ocupado» en buscar una solución al desafío, «que no es fácil», aunque cree que el presidente tiene la «tranquilidad que da saber que la ley le respalda», ley que «aplicará en todos sus términos cuando tenga que hacerlo».
Nuevo sistema de financiación
Por otro lado, Cifuentes, ha trasladado a Rajoy sus quejas por el daño que hace a la región el sistema de financiación, que hace que Madrid anualmente tenga «una pérdida de unos 1.000 millones de euros» y que cada madrileño reciba de media unos 130 euros menos que el resto de españoles pese a ser la región que más aporta a la caja común.
Ha explicado que Rajoy comparte su idea de que hay que cambiar el modelo, y que si no se ha hecho es porque en esta legislatura era más urgente dar solución a la crisis económica.
Cifuentes ha confiado en que el gobierno que salga de las urnas el 20D se ponga a trabajar «desde el minuto cero» para elaborar ese nuevo sistema, de manera que se pueda aprobar en 2016 y esté en vigor ya en 2017.
Mariano Rajoy, según la presidenta, ha mostrado también interés por la relación entre el PP y Ciudadanos en la Comunidad de Madrid, dado que el partido naranja ha permitido la investidura de Cifuentes a través de un pacto.
«Le he transmitido mi experiencia del día a día de gobernar en minoría», ha seguido diciendo, antes de apuntar que esa situación no supone un problema para ella, sino una «experiencia que considero muy satisfactoria».
«No me está impidiendo llevar a cabo el programa electoral, que en muchos puntos coincide con el acuerdo con Ciudadanos. Y aunque hay días mejores y peores, y puede haber momentos de desencuentro, en general la relación es bastante satisfactoria y con una salud muy buena», ha comentado.
Otras cuestiones que ha reclamado Cifuentes son la construcción de una carretera alternativa a la A-1, una conexión directa entre Atocha y el aeropuerto Adolfo Suárez o los recursos para atender a los refugiados.
Cifuentes ha asegurado que ha visto a Rajoy «muy interesado» en el «enfoque social» de las políticas del Gobierno madrileño, y ha dicho que le «consta» que es una de las «mayores preocupaciones» del presidente en un momento en el que ya se está consolidando la salida de la crisis.
Por otro lado, no ha querido pronunciarse sobre las consideraciones del ministro de Exteriores, José Manuel Margallo, o del expresidente José María Aznar acerca de la guerra de Irak, algo que «fue muy doloroso para muchas personas».
«No me gusta llorar sobre la leche derramada; más allá de mirar al pasado, que es bueno para corregir y reconocer errores, yo prefiero mirar hacia el futuro, y es lo que he hecho hoy con el presidente. Cada cual sus opiniones, pero yo prefiero mirar hacia futuro», ha zanjado.
